Un Rodrygo maradoniano
Mola la Copa.- Habíamos esperado 77 días y 77 noches para regresar a casa y el cartel prometía emociones fuertes para ese soñado reencuentro. El Atleti iluminaba un cartel copero a partido único, a jaque mate, a todo o nada. Sin opción de rectificar cualquier error. Pero esa tensión solo se respiraba en la grada, con un Madrid hibernando en el primer acto del derbi. Hasta que el gol de Morata (la venganza de los ex) y la lesión de Mendy iniciaron el toque de corneta hasta activar la centrifugadora del Bernabéu. Ceballos entró en escena, Camavinga nos recordó que su talento sigue intacto también como lateral izquierdo y acto seguido irrumpió el ‘Menino de la 14′, Rodrygo ‘Goles’, que disfruta en este estadio mítico como si fuese el Maracaná de sus fantasías. Cuando decidió calzarse las botas de Maradona dibujó un gol que quedará para siempre grabado en la hemeroteca VIP del Bernabéu. Con unas maniobras orquestales dignas del Diego fue dejando en tierra a Witsel, Mario Hermoso y Savic, culminando la obra de arte con un remate con el exterior a lo Modric que tumbó a Oblak. Por golazos como este merece la pena que los padres sigan llevando a sus hijos al santuario de La Castellana, aunque el show acabe cerca de la medianoche y al día siguiente haya cole. Esto también es una lección de vida para los críos. El Madrid, como la vida misma, te enseña que nunca hay que rendirse. Ese gol entronizó un partidazo de Copa en el que el Atleti murió de pie.
El árbitro.- Ya sé que Soto Grado podía haber sacado a Ceballos una segunda amarilla, pero la reacción airada de los atléticos agarrándose a esa jugada refleja el error de no hacer autocrítica para asumir que la remontada del Madrid tenía un mérito, emocional y futbolístico, que no es justo emborronar por una simple jugada. ¿Tiene la culpa el árbitro de que el Cholo cambiase a Morata, un demonio arriba, por Witsel para amarrar el 0-1? ¿Tiene la culpa el árbitro de que Savic se haya autoexpulsado en un minuto con una bronca con Vini, primero, y una zancadilla clara a Camavinga, después? ¿Tiene el árbitro la culpa de que en pleno mes de enero el Atleti, con un presupuesto de club grande, esté ya fuera de la posibilidad de ganar este curso un solo título?
Vinicius y el odio.- El día arrancó muy feo, con una pancarta deleznable y aborrecible, cargada de odio y de intolerancia. Una cosa es la rivalidad y otra amenazar, amedrentar y recurrir a un comportamiento incívico para justificar tus fobias. Seguro que la afición del Atleti no se ve representada por los cuatro asociales que son incapaces de disfrutar con una mente sana de este maravilloso deporte llamado fútbol. Y Vini respondió en el campo, el mejor jarabe contra estos comportamientos. Metió el gol del descabello en el último minuto de la prórroga, coronando su noche grande junto a Rodrygo y Benzema, el tridente que firmó la remontada de siempre, la del Bernabéu, la de las noches mágicas. ¡A semis! Que toque el Barça. Aquí nadie se rinde.