Un reloj especial para Lamine
Premio. El Kopa no fue el único regalo que Lamine Yamal ha recibido en los últimos días. Jorge Mendes, su representante, le obsequió con un reloj para celebrarlo. Más allá de su valor económico, unos 20.000 euros, reflejo de la nueva realidad en la que se mueve un chico que ha crecido en un entorno bien humilde (”Visca el Barça y la capital 304″, terminó su discurso en el Teatro Chatelet con guiño al distrito de Rocafonda), es un regalo que simboliza un compromiso. Mendes, que ha sabido estar cerca de Yamal y de su entorno, al que invita durante el verano a su mansión en la costa del Algarve, está en plena negociación de ampliación y mejora de contrato de Lamine, que finaliza su vínculo en 2026. El plan trazado por Deco es que firme hasta 2030 en cuanto sea mayor de edad. Pero, lógicamente, las condiciones pactadas inicialmente en el verano de 2023 ya no son vinculantes. Su contrato será el de una nueva estrella del fútbol mundial. Mejor jugador joven de la Eurocopa, premio Kopa, futuro Golden Boy, en su mesa ha llegado a tener ofertas de medio centenar de firmas comerciales que desean asociar su nombre a este futbolista elegido al que Rodri ha señalado como futuro Balón de Oro (el ganador más joven fue Ronaldo Nazário con 21 años, cuatro más que el 19). El Barça no puede perder a Lamine. Mendes, que en su día se lo arrebató a De la Peña, tampoco.
Talento. No será un contrato sencillo, pero ahí Laporta juega con ventaja. Durante su primer mandato, renovó hasta cinco veces a Messi entre 2005 y 2010. Sabe que tendrá que hilar fino, pero que con el regreso al Spotify Camp Nou y la renovación de Lamine tiene media reelección hecha en 2026. No digamos si a eso le añade un exitazo deportivo con Flick. Para esa tarea confía en que le ayude el mismo Lamine, cuyo partido en el Bernabéu no terminó de trascender entre el ruido del 0-4 y la espantada del Madrid a la gala del Balón de Oro. Pareció pasar de puntillas por allí, pero sembró miedo; y dejó el gol y unos brillantes movimientos tácticos hacia el centro que descolocaron a Mendy y que anuncian, tal vez, un viaje no demasiado lejano en el tiempo hacia la posición de 10. Lo siguiente para Lamine es el derbi de esta tarde contra el Espanyol, un viaje a Belgrado, donde Maradona firmó en el Pequeño Maracaná una de las mejores vaselinas de la historia…, y luego el regreso a la Selección, cuya última convocatoria tanto ruido generó. “A Lamine le he dicho que los campeones no descansan”, dijo Flick un día. Su nuevo reloj sigue acumulando pasos.
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