Un punto más y un partido menos
El Athletic se acerca un metro más a su objetivo de clasificarse para la Champions.
El día no era uno más. Se cumplía un año desde que el Athletic se reconcilió con su historia. Justo el 6 de abril de 2024, los leones cerraron 40 años de sequía y levantaron la Copa en La Cartuja. Eso está ahí, tardará en olvidarse. Pero es que este equipo ilusiona tanto a la gente que mezclaba ese sentimiento tan profundo con dos nuevos anhelos. Primero, llegar a la final de Europa League en San Mamés en mayo. Marcha bien enfilado. Y después, entrar en la Champions por tercera vez. Y para este reto, ayer tenía una cita clave. El Villarreal y el Betis acechaban su cuarta plaza y tenía que demostrar que no va a ceder su privilegiada posición. No fue una noche para recordar, pero cuando el cuadro de Valverde no está para violines, se pone el mono de trabajo y exhibe un pragmatismo a prueba de bomba. Gran defensa.
El Submarino metió un ritmo endiablado, mereció marcar en la primera parte. Desactivó a los Williams. Los de Marcelino eran muy móviles. Luego todo se trabó. Los leones estaban desubicados, presionando muy atrás, y bajaron aún más las líneas para reagruparse y ordenarse. Les costaba asociarse, sacar el juego y maniobrar en campo contrario, estaban desconocidos en el juego corto y el largo. No había forma de poner un balón bueno a los de arriba, les sometían los amarillos con el esférico. El empate es gloria bendita, por el golaveraje. Tras la expulsión hubo más acercamientos, pero siguió la espesura. Como bien dijo el Txingurri, un punto más y un partido menos, ante un Marcelino muy querido en Bilbao. Les salen las cuentas.
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El tópico reza que si no puedes ganar, trata de no perder, amarra el punto y, para casa. Esta campaña ya ha tenido el conjunto de Valverde algún descuido grosero al final que le ha costado caro por tratar de ser osado, como ante el Atlético. Lo mejor, eso y la vuelta de Sancet, ausente desde el 23 de febrero ante el Valladolid. A este grupo de colosos es dificilísimo batir, sólo ha caído en cuatro citas sobre 30, una menos que Barça y Real Madrid. Sólo lleva un tropiezo (1-0 con el Atlético) en las 21 últimas jornadas (10 victorias y 10 empates). Primera Liga en la que ocurre algo así tras dejar atrás algo visto en 1955-56, con un sopapo en 20 partidos (16 victorias y 3 empates). Ahora todos los equipos tienen objetivos y es cuando más cuesta sacar los puntos. La prueba: esta jornada todo han sido victorias visitantes, quitando los empates en el Barça-Betis y este de La Cerámica. Tablas de oro.
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