Un poco de Williams es mucho
En Barcelona no está Iñaki y aparece un Nico en versión reducida.
Que te den la plantilla de las alineaciones antes de cada partido y veas ahí incrustados a Nico e Iñaki condiciona cualquier planteamiento. Me acuerdo cuando se estrenó el pequeño de la saga. Empezamos en Bilbao a fantasear con si superarían a los Salinas, los Rojo, los Arieta, los Gainza y un largo etcétera: Unamuno, Sena, Silva Abaitua, Etxebarria Usaola, Belauste, Arana Mendivil y Eguren Goiri. Pero aquellos dos, con sangre ghanesa y unas piernas que son centellas, superan lo nunca visto en San Mamés.
De todos modos, a Iñaki, el hombre de hierro poseedor de una marca de 251 partidos seguidos en Liga que difícilmente se va a poder batir, le está abandonando la salud últimamente. Le ha pasado de todo, hasta jugó con un cristal en un pie sin darse cuenta. Se lo detectaron finalmente y tuvo que ser intervenido. El capitán, el mentor de Nico, causa baja para hoy y sus ausencias las está notando mucho el Athletic. Por el fútbol y lo que condiciona al rival.
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Así que el único Williams que se presenta hoy en Barcelona es Nico. Pero no anda ni al 50 por ciento, un jugador atacado por el pubis, que será recibido con pitos y no anda inspirado en el juego por culpa de la latosa dolencia. Ni dos ni un Williams, medio, podríamos decir. Pero un poco de esta gente puede ser mucho. Que se lo digan al Oviedo, al que le metió un golazo. El 10 no se corta ante nadie, ni con la caldera que vivió Lamine en el Bernabéu se escondería hoy.
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