Un número uno que no lo es
Daniil Medvedev apareció este lunes como número uno, una posición que ya ocupó tres veces en marzo. El escalafón de la ATP ha sufrido una convulsión, debido principalmente a que se han quitado los puntos de Roland Garros 2021, que acabó una semana después. Para liarlo un poco más, también se han restado puntos de la ponderación que se hizo en 2020 por la pandemia. El caso es que Medvedev sale como el sorprendente líder, por delante del no menos sorprendente Alexander Zverev, ambos con ventaja sobre los dos supervivientes del Big Three: Novak Djokovic, tercero, y Rafa Nadal, cuarto. Paradójicamente, el ruso se sienta en el trono en una temporada en la que aún no ha estrenado palmarés. Desde que sucumbió en la agónica final de Australia ante Nadal, no había jugado otra hasta este domingo, que también perdió ante Tim van Rijthoven, el 205º del mundo, en uno de los sucesos deportivos del fin de semana. Para colmo, y mayor paradoja, Medvedev no podrá exhibir su condición de número uno en Wimbledon, por el veto de la organización a Rusia y Bielorrusia.
Ante el caso de Medvedev, la primera tentación es pensar que las cuentas de la ATP son injustas. Nada de eso. En realidad, es un ranking puramente matemático, que premia el recorrido del jugador en el último año. Por lo tanto, podemos asegurar sin equivocación que el moscovita es el mejor del circuito en el cúmulo de los últimos 365 días, lo que no siempre equivale, como es el caso, a ser el mejor tenista actual. Para eso existe otra clasificación que es la Race o Carrera, que mide el rendimiento del curso en vigor, y que otorga las plazas para las ATP Finals, el torneo de maestros. Ahí, el primero es Rafael Nadal, ganador de dos Grand Slams en 2022, el verdadero número uno del momento. Secundado, por cierto, por Carlos Alcaraz. Medvedev va octavo en esta temporada… lejos del líder.