Un Mundial de mucha altura
Muchas veces, en el deporte de élite, la categoría del éxito se calibra por la altura del rival al que has vencido y por la oposición que has tenido que superar durante la competición. En el caso de Jorge Martín, los dos supuestos se fusionan para envolver de gloria su corona mundial de MotoGP. Ha sido un título de muchos quilates. Por el oponente y por el desafío. De entrada, el piloto español se ha coronado en estrecha lucha con el campeón de las dos últimas ediciones, Francesco Bagnaia, un contendiente de rebosante calidad que además gozaba de las ventajas del equipo oficial, si bien es verdad que Ducati también puso a disposición de Martín la misma moto de 2024. Si esto fuera poco, Pecco ha metido mucha presión al madrileño durante toda la temporada, como demuestran sus impresionantes números, con once victorias en la carrera larga y seis en la esprint que le convierten en el mejor subcampeón de siempre. Jorge ha sumado bastantes menos, tres y siete, pero ha tenido el don de la regularidad y de la templanza, un aprendizaje heredado del curso anterior.
Bagnaia ha sido un excelente competidor, que ha apretado hasta la última cita. Nunca se ha rendido. El sábado, después de imponerse en la carrera corta del GP Solidario, dijo una frase bastante obvia, pero que explica bien la situación: “He cumplido el objetivo de llevar la carrera hasta el último día, más no puedo hacer”. Y eso mismo cumplió en el decisivo domingo, cuando redondeó el doblete en Montmeló para terminar a diez puntos del campeón. Un suspiro para una temporada con 20 grandes premios y 40 carreras. La aguerrida actitud del italiano, decíamos, engrandece la victoria del español, en un duelo limpio en la pista y fuera de ella. Uno de los temores que habían sobrevolado durante toda la campaña era si Ducati iba a permitir el triunfo de uno de los equipos satélites sobre el oficial, y mucho más después de que Martín hubiera anunciado su marcha a Aprilia en 2025. Ahí tienen el resultado. Borgo Panigale ha cumplido con Martinator, y Martinator ha correspondido con el título. En un Mundial de mucha altura.