Un ‘Holter’ para Lewandowski
Durante 24 horas vida normal’, me dijo el cardiólogo mientras me cableaba para controlar mis clásicas arritmias de pretemporada con un Holter. Yo, que soy muy aprensivo y obediente con los galenos, seguí sus instrucciones a pies juntillas: un vermut nada más salir de su consulta y dos gin tonics vespertinos, que se supone que son vasodilatadores. Como de testear mis coronarias se trataba, las sometí además a un test de esfuerzo. Primera parte en Pasarón, que para eso debutaba Jon ‘Kaiserslautern’ Bakero con el Pontevedra, y segunda mitad en casa a pantalla compartida con el Camp Nou. Prueba superada. La presión alta del Barça tiene los mismos valores que la mía, pero no está tan descompensada.
La tensión arterial azulgrana es más bien de fuera a dentro, periférica se podría decir, con sus extremos percutiendo a banda cambiada si es preciso, y su bombeo es a base de impulsos de extra sístole, a modo de latigazos, como los taconazos de Lewandowski, que quiere hacer un pase y le sale su cuarto gol en tres partidos. En realidad el polaco tiene tanto peligro en sus botas que es capaz de marcar un gol cuando lo que intenta es una asistencia, como de fabricar una asistencia cuando lo que quiere es marcar un gol, y lo que consigue es un disparo al palo para que Sergi Roberto cierre la goleada.