Un guion previsible

El guion fue previsible, con una escapada de pocos corredores. Los equipos con gente rápida controlaron, especialmente DSM y Alpecin. Y la actitud del Kern Pharma con Pau Miquel, que volvió a apostar por él, me pareció bien. Tiraron todos, no hicieron ellos el trabajo para los demás. Estuvieron varios equipos delante y se repartieron la labor. La nómina de esprinters se redujo por el abandono de Van Aert y tuvieron su opción. Si no está el belga, Groves es el máximo favorito en las volatas. En los puertos no vi opción de hacer daño porque estaban lejos de meta, hablando de los hombres de la general, que piensan en las tres últimas etapas. Era muy difícil que llegase alguien a meta, aunque estuviera algo lejos en la clasificación.

La de este jueves puede ser una etapa parecida. Territorio comanche en el País Vasco, como en Asturias y Cantabria. Pradilla es un puerto que hace daño, pero de ahí a meta también hay mucha distancia. Si arranca Carapaz, Landa o compañía, quizás puedan irse un grupo de favoritos para alejar a O’Connor del podio. En teoría, estarán tranquilos, porque el viernes llega Moncalvillo. Pero gente como Carapaz todavía tiene que remar. Se saldrá rápido y tardará en hacerse la fuga. No descarto que se mueva alguien por si suena la flauta. E incluso si la fuga es grande, incluso puede llegar a meta.

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