Un equipo reforzado y un mago

España sale de este parón más fuerte de lo que entró. La Selección del récord de los 29 partidos ha caminado silbando sobre las ausencias de todos sus pesos pesados, de Carvajal a Lamine, pasando por Rodrigo, Fabián o Nico, y ha demostrado una amplitud de plantilla decisiva para cuando en los grandes torneos llega el mal trago de las tarjetas o las lesiones.

Los minutos internacionales son de un color distinto y tienen memoria. Jugadores como Porro, Zubimendi, Merino y Oyarzabal se marchan con una inyección de confianza de esta parada, en la que De la Fuente también ha tenido minutos para pasar revista a los nueves.

Samu, en su primera titularidad con la Selección, hizo un buen trabajo como boya. Aunque para nueve, Merino. Seguramente, el comodín más preciado que tenga España. Un entendimiento privilegiado del juego y un cañón en la cabeza. El héroe de Stuttgart es el segundo máximo goleador de la era De la Fuente: diez tantos.

Un equipo temible. Y un mago. Ha sido el parón de Pedri, que ha dejado un catálogo de acciones dulcísimas. Si llegó a Las Rozas enfurecido por las dos derrotas del Barça contra el PSG y el Sevilla, regresa fortalecido. Eso sí lo agradecerá Flick, porque Pedri no falla nunca. Ha jugado todos los partidos oficiales del curso. La afición le adora y ganar el Mundial es su sueño. Ojalá las piernas le aguanten y conquiste América.

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