Un diez a la afición del Atlético
El derbi transcurrió en paz, sin peleas ni incidentes graves. Se pudieron ver aficionados madridistas en el Metropolitano antes, durante y después del choque. En esta ocasión se habló de fútbol. Y no era fácil después de lo ocurrido hace un año. La hinchada rojiblanca estuvo a la altura del encuentro.
El derbi fue un gran espectáculo en el que no hubo que lamentar ningún incidente extradeportivo. Este Atlético-Real Madrid pasará a la historia por la manita del equipo rojiblanco al madridista. Y no por motivos ajenos a lo ocurrido en el terreno de juego, como sí pasó en el derbi liguero de la pasada temporada en el feudo del Atlético. En esta oportunidad no hubo ningún problema. En los minutos antes del choque se pudieron ver a aficionados madridistas por los alrededores del estadio. También al final del encuentro. Algo que debe ser normal en cualquier partido. Y no hubo ningún altercado ni problema. Convivencia sana y deportiva. Tampoco hubo dentro del estadio donde también se vieron camisetas del Real Madrid.
Courtois vivió una noche plácida... en lo referente a su relación con la afición del Atlético. En el primer tiempo defendió la portería del fondo donde se ubican los seguidores más radicales. La estampa nada tuvo que ver con lo ocurrido hace un año. El portero belga se tuvo que preocupar con detener los tiros del Atlético. En el segundo tiempo tampoco tuvo problemas en el otro fondo. Sector que sí increpó a Vinicius cuando el madridista se giró a esa parte de la grada para celebrar a lo grande el 1-2 gracias a una jugada suya. La cosa no pasó a mayores.
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Como tampoco el pelotazo de Mastantuono a la grada. Una acción desafortunada para un debutante en el derbi. Tampoco esa jugada trajo consecuencias importantes en el desarrollo del derbi. La afición del Atlético estuvo de diez. Cuando una parte de la hincha se cargó el espectáculo hace un año, se dijo, se escribió y se recriminó. No podía ser que unos pocos mancharan la imagen de toda una afición. Un derbi no es un encuentro sencillo para nadie. Y el partido transcurrió en paz. Me imagino que nadie lo resaltará y que ningún político que alzó la voz corriendo la pasada temporada contra la afición rojiblanca hará ahora la mínima mención a ello. El mundo entero pudo seguir un espectáculo de primer nivel en la ciudad de Madrid. Que a esta hora sepamos no hubo peleas, incidentes graves, no hubo nada más que FÚTBOL. Lo dicho, enhorabuena a la afición del Atlético.
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