¿Un destino aplazado en el tiempo?
El Betis y Dani Ceballos se reencuentran hoy. Hubo, y quizás hay, un idilio que apunta a ser eterno. No es un romance de verano, sino más bien una cuestión de destino. Aunque ahora parezca aplazado en el tiempo. “Nuestros caminos se cruzarán antes o después”, pronunciaron desde las altas esferas del club verdiblanco el verano pasado. Las dos partes esperaron. Y tal vez esperen. Aunque de momento esos caminos no hayan encontrado un cruce idóneo. En Heliópolis hubo problemas para inscribir y soñar con incorporaciones sonó casi utópico durante este verano. Ceballos, mientras, esperó. Y Ancelotti le entregó pinceladas de tiempo que pueden convertirse en oro si su rendimiento decide multiplicarlas.
En el Betis confían en un mañana con Dani Ceballos de vuelta. Sin fecha inscrita. Sin contexto de dificultades. Sin que existan tantos condicionantes. El utrerano quiere jugar y ganarse un peso en un Real Madrid con competencia de máxima exigencia. Demostró que lo puede lograr si su mejor fútbol es capaz de encontrar regularidad de la mano de su técnico. Más allá de contratos, en Heliópolis reina la esperanza de que regrese uno de sus chicos de oro. No fue hoy. Quizás sea mañana. De momento, hay caminos cruzados con el liderato de la Liga como aliciente inmejorable. Y con un destino aún por escribirse.