Un Clásico siempre es un Clásico

Es el partido marcado en rojo. Ese que paraliza el fútbol mundial y atrae los focos en todo el planeta. Un Clásico bisoño, que apenas tiene cuatro años, pero ya se ha convertido en el partido más importante y seguido en el fútbol femenino. Una rivalidad que no tiene límites ni categorías. Un Real Madrid contra Barcelona levanta pasiones siempre, en cualquier categoría o deporte. Ganar o perder este partido marca la temporada. Lograr el triunfo en este duelo va mucho más allá de los tres puntos.

Un elenco de estrellas en el mejor partido que se puede ver en la Liga F. Son 33 internacionales entre las dos plantillas, el grueso de la España campeona del mundo y de la Nations League, estrellas planetarias como Graham, Weir, Rolfö, Lakrar, Pajor o Linda Caicedo. Un partido único con una rivalidad que aún no existe en el fútbol femenino. Porque, aunque la historia demuestra la extrema superioridad del Barcelona (ha ganado los catorce enfrentamientos hasta el momento), ni un solo madridista cree que hoy no se puede vencer y dar un golpe sobre la mesa.

Un Clásico que no para de crecer. En más de 190 países se podrá ver el duelo, habrá lleno en el Di Stefano y una cobertura digna de los mejores partidos del fútbol masculino. Un enfrentamiento que traspasa fronteras. La hegemonía del Barcelona en España se pone de nuevo en juego y el Real Madrid necesita demostrar que, este año sí, le pueden competir de tú a tú. Es el partido que todo barcelonista y todo madridista sueña con ganar. Otra prueba de fuego para el Madrid, otra oportunidad para seguir reinando para el Barcelona.

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