Un Clásico para el Rey Busquets
Es fácil que en un Clásico los ojos se vayan a duelos muy evidentes: Benzema-Lewandowski, Vinicius-Dembélé, Courtois-Ter Stegen, Pedri-Modric. Ahora, incluso, Ceballos-Gavi… Pero quien se va a vestir de oro el 1 de marzo es Sergio Busquets, que se va a convertir si el físico le respeta en el jugador con más Barça-Madrid de la historia (46), por delante de Messi y Ramos, palabras mayores.
Para Busquets, sin embargo, ese no es el único desafío de esta semifinal. El capitán del Barça es el único futbolista que puede pulverizar el récord que hasta ahora comparte con Messi, Piqué y el mítico Gainza. Si es capaz de levantar la Copa en La Cartuja, sumará ocho y hará más historia en el fútbol español, si es que ya tiene poca.
Sobre el Clásico, en general, es difícil aventurarse. El Madrid ganó con sorprendente suficiencia el de la primera vuelta en la Liga, dejando al Barça con una sensación de que estaba lejísimos. Tres meses después, sin embargo, los azulgrana bailaron sobre el eterno rival en Riad, con un rondo gigante en una noche grande de Gavi y Lewandowski. A ninguno les va a sobrar el aire. El Madrid está en desventaja en la Liga, tiene el Mundial de Clubes en una semana y al Liverpool, que siempre es el Liverpool, en octavos de la Champions. Al Barça, sin Dembélé ahora, le espera un United en su mejor forma en años con la obligación de no volver a despeñarse en Europa; y nuevos desafíos en Liga (Betis, Sevilla, Villarreal). Veremos cómo andan de piernas el 1 de marzo y el 4 de abril. De corazón no hace falta preguntarlo. Pasión sobra en los Clásicos.