Un buen momento para sentar a la mesa a Guardiola

Puede que sea un buen momento en el Barça para poner sobre la mesa aquella reflexión de Guardiola, que empieza a ser vieja. “Ahora que ganamos, nadie cuestiona el modelo. Pero no ganaremos siempre. Entonces llegarán las dudas. Ese será el momento en el que habrá que confiar más que nunca en el modelo, porque la tentación para apartarse de él será muy fuerte”.

No es el Barça de Guardiola, ni el de Flick es el mismo modelo, pero también es radical. El de Brujas fue otro partido que agudizará el debate, cada vez más instalado. Expuesto al extremo, el Barça tuvo que ponerse a la faena tres veces para evitar un descalabro.

Lamine se echó a la espalda a un equipo que se siente debilísimo y que se ve en peligro al primer zarandeo. El Barça encajó tres goles, fue salvado por el VAR en otras dos y sólo pudo sacar un punto de un estadio duro, pero con un equipo que también concedía.

El fútbol no se explica con datos, pero a veces ayudan. El Brujas necesitó 23 ataques para disparar once veces, marcar tres goles y fallar uno casi a puerta vacía. El Barça necesitó 80 ataques para hacer lo mismo, tres goles, en 23 intentos. Es evidente que al Barça le falta puntería. Pero lo peor que le pasa es que tiembla cada vez que le atacan. Confiar en el modelo o apartarse de él…, ¿peligrosamente o por responsabilidad? Un debate apasionante.

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