Dime qué mediocentro tienes y te diré a qué juegas”. Esta frase, que se le adjudica precisamente a Lillo, mano derecha de Guardiola en el City, es la perfecta definición de Rodri Hernández y del conjunto mancuniano. Porque los citizens juegan a ganar, y lo hacen por, gracias, con y a través del internacional español en la sala de máquinas. Como jefe de operaciones. El término “mediocentro”, incluso el de “centrocampista”, se le ha quedado pequeño al 16 de los skyblues. La evolución de Rodri Hernández hacia un futbolista total, sostén de un equipo que sin su presencia perdió tres partidos consecutivos y autor del gol que llevó la primera Champions a las vitrinas del Etihad, ha situado al equipo de Guardiola en el siguiente escalón.

No se entiende ni se concibe el histórico triplete del City sin Rodri Hernández. Como tampoco sería posible el rendimiento defensivo de Dias, la capacidad para generar juego por dentro de Foden o los goles del propio Haaland. Toda máquina necesita de un motor, y el de Guardiola es made in Madrid. De ahí que su quinto puesto en el Balón de Oro 2023, la mejor posición de un futbolista español desde Iniesta en 2012, sepa a muy poco. “Es un premio de mucho marketing”, reconoció el propio jugador en una entrevista para el El Partidazo de COPE. Pero a Rodri Hernández no le falta marketing, sino votantes que sepan entender la figura del futbolista más determinante del momento. La estrella del, actualmente, mejor equipo del mundo.

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