OPINIÓN

Trump, Putin, Qatar, el Real Madrid...

Trump, Putin, Qatar, el Real Madrid...
Amber Searls
Aritz Gabilondo
Aritz Gabilondo (San Sebastián, 1980) es redactor jefe de fútbol internacional de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, empezó su carrera en El País y desde 2002 trabaja en AS. Ha cubierto Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos para este diario. Es comentarista de fútbol internacional en Cadena Ser, Movistar+ y Mediaset.
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Imagen. Infantino ha logrado que el presidente de EE UU se comprometa con el Mundial, para algunos de manera dudosamente ética, al darle mando en plaza en la toma de decisiones y otorgarle incluso el premio FIFA de la Paz durante el sorteo de Washington. Lo ha hecho a ojos de todos, ante una audiencia millonaria, con la atención del planeta puesta sobre Trump y su vídeo propagandístico, con sus homólogos mexicano y canadiense revolviéndose en sus asientos. Hay una realidad clara: la FIFA ha reunido a los tres líderes políticos de los tres países anfitriones en un momento de manifiesta tensión entre ellos. El fútbol une lo que nada más une.

Oriente Medio. Aquello de no mezclar deporte y política hace tiempo que la gran institución del fútbol dejó de practicarlo. Desde que Infantino posara entre Putin y el príncipe Bin Salman en el Rusia-Arabia Saudí inaugural de 2018, su papel ha sido más el de un ministro de cualquier potencia mundial que el de un mero presidente del fútbol. Llevó los deseos del emir de Qatar al celebrar allí un Mundial y vestir a Messi, al mismísimo Messi, con el besht, la bata que utilizan los autoridades qataríes. Ha estrechado lazos con Arabia Saudí hasta el punto de darle el Mundial 2034, con todo lo que ello implica a nivel comercial.

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España. Trump es la gran obra actual de Infantino, justo cuando más en el foco está. Aparece en semejante embrollo el Mundial 2030, el que se jugará en España, Portugal y Marruecos, el que mantiene la duda de si la final será en el Bernabéu o en Casablanca. Los antecedentes suponen una alerta porque, entre el gobierno de España y el rey de Marruecos, Mohamed VI, no hay duda de hacia dónde tiraría la FIFA en condiciones normales. Aquí, sin embargo, surge el Real Madrid, socio declarado de Infantino que puede salvar la final para España. El Madrid está a la altura de gobiernos, emires y príncipes para la FIFA. Y eso es mucho.

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