Tres lanceros bengalíes
Ahora que cada vez hay más coches automáticos, para la gente que le gusta jugar con la caja de cambios, sería bueno que el Barça pisase a fondo, que ya las marchas irán saltando hasta alcanzar la directa. Tras el último punto de giro en Arabia, el equipo de Hansi Flick vuelve al asfalto español; y aunque no vaya en 600 debe hacerse dueño de la carretera nacional, como decía la canción. Después de tres victorias seguidas, incluyendo las goleadas al Madrid y al Betis, es hora de comenzar la persecución del liderato y subir puertos. El primero es de asfalto muy áspero y rugoso, el Getafe de Bordalás, capaz de apostar dos líneas de trincheras y un nido de ametralladoras en la corona del área, como demostró hace tres días en Pasarón ante un equipo tres categorías inferior.
Para asaltar ese tipo de fortalezas, pongamos por ejemplo la Línea Maginot, la mejor fórmula es la velocidad, ya sea en coche o a caballo. El Barça parece más un regimiento de caballería ligera que una pesada unidad de blindados. Cambien a Gary Cooper, Richard Cromwell y Franchot Tone por Rafinha, Lamine Yamal y Robert Lewandowski, y tendrán tres lanceros bengalíes. Flick, además, ha cambiado el pase horizontal por el paso vertical, como hemos visto recientemente. Sólo le queda acostumbrar a su equipo a las remontadas y mandar galope tendido.
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