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Concluye la Supercopa de España con la final deseada por la Federación y los jeques saudíes, con triunfo del Barça que ahora sí, jugó muy bien y ganó. Se repite el mismo resultado que en el primer Clásico de la temporada pero al revés. Quién sabe si marcando un cambio de mando en nuestro fútbol. Ahora es tiempo de reflexión sobre un torneo que además de las críticas sobre los derechos humanos que allí se vulneran, necesita un análisis de su planteamiento deportivo.

Esta claro que la Federación no encontrará ningún otro mercado que le reporte tantísimos millones por edición. Y también, que este formato de la Supercopa de España no tendría sentido sin el Barcelona ni el Real Madrid. Son los equipos que más seguidores arrastran en todo el planeta. Prueba de ello es que los aficionados del King Fahd de Riad no sabían ni en qué ciudad juega el Betis. La edición pasada en el partido Real Madrid-Athletic de Bilbao, la grada era blanca, excepto un grupito de familiares de los leones, en esta, en el Barça-Betis, solo existía un color. La pregunta es: ¿Qué sucedería si ni Real Madrid ni Barça lograsen clasificarse para la siguiente edición? Es algo bastante improbable, pero ¿Se haría el torneo sin la presencia de los dos más grandes? ¿Les gustaría en Arabia una final por ejemplo Real Sociedad-Atlético de Madrid?

Hay que recordar lo que sucedió el año pasado en la segunda semifinal del torneo entre el Atlético y Athletic donde en el estadio de Riad, solo 7.000 personas de 30.000 (aforo limitado por el Covid) acudieron a ver el encuentro. En plena capacidad, 67.000 espectadores, el vacío hubiera sido inaguantable.

Menos mal que Barça pasó para contentar a todos, poder ver la ansiada final y que el Madrid tuviera esa supuesta motivación que le faltó frente el Valencia para disfrutar de un partidazo esta vez sí, del Barça. Un Real Madrid que año si año también, gana la Champions, pues este torneo en sí y lejos de su gente, no le llena demasiado. De hecho, en los penaltis frente al Valencia estaba más nervioso el narrador del partido que los propios jugadores del Real Madrid.

Pero si jugar allí sirve para traer un cambio social y además obtener dinero para el fútbol no profesional y el futbol femenino…pues bienvenido sea. Aunque ya sabemos que como dijo algún periodista: “Ningún régimen pagaría millones de dólares para que vengan de fuera a cambiar lo que el régimen no piensa mover”.

La semana que viene más Supercopa, pero esta vez la femenina, que se verá gratis por Teledeporte y aquí en casa, en Mérida, en el estadio José Fouto, como les gusta a los opositores de la SuperLiga, donde el Barça ya ganó la Copa de la Reina en 2018. También con ‘nuevo’ Clásico pero en este caso en semifinales, así que solo uno de los dos podrá llegar a la final del próximo domingo.