Superchapuza o super-Mundial
Dudas. Aún con el sonrojo en la cara por la chapuza del Argentina-Marruecos de los Juegos Olímpicos, conviene recordar que quedan sólo diez meses para el nuevo Mundial de Clubes, el ampliado a 32, el que tanta polémica ha suscitado. Menos de un año y no hay ni sedes dentro de EE UU (anfitrión) ni se sabe dónde es la final ni se han vendido los derechos televisivos en los principales países. Según fuentes de FIFA, las negociaciones con un país como el norteamericano son peculiares al tener que ir estado a estado y eso ralentiza la toma de decisiones.
Denuncias. Suena raro, en todo caso. De hecho, la situación actual es casi más una partida de poker entre organizaciones que una preparación ante la llegada de un flamante y espectacular torneo. La FIFA navega contra viento y marea. Esta semana se encontró con la amenaza de denuncia de FIFPro y Ligas Europeas por el calendario ultracargado. Antes ya tuvo que lidiar con requerimientos similares de LaLiga, el sindicato de jugadores de la Premier y hasta del pacificador Ancelotti, quien deslizó, aunque después reculó, que el Madrid no necesita ir al nuevo Mundial porque genera más que el propio Mundial.
Adelante. En Zúrich, sin embargo, con Infantino erre que erre, están convencidos de que el proyecto funcionará. Es más, desoyendo todo tipo de críticas, en los últimos días lanzaron un vídeo promocional a través de sus redes y recordaron que 29 de los 32 participantes ya están clasificados. Curiosamente, el Madrid y el Atlético, los dos representantes españoles en la cita, no compartieron la campaña a través de sus cuentas, aunque ya habían hecho referencia al torneo en publicaciones anteriores.
Estrellas. La FIFA añade, como hace siempre, las opiniones favorables de sus leyendas a sueldo: Matuidi, Verón, Saviola, Roque Júnior, Roberto Carlos, Kaká… Todos se manifestaron estos días a favor del nuevo Mundial cada cuatro años, a diferencia de lo que piensan muchos futbolistas en activo. En realidad, todo es un problema económico. Como siempre. La FIFA ha prometido una buena morterada a clubes, federaciones y confederaciones. Ya pasó con el Mundial de Qatar, un ultraje aún mayor pues partía el calendario en dos. Si la cantidad pactada por este nuevo super-Mundial llega a los bolsillos de los afectados como se espera, aquí paz y después gloria; si no, el problema es tan grave como lo fue el intento fallido por celebrar el Mundial de selecciones cada dos años. Un producto. Un negocio. Una mina de oro. Así es el fútbol del money, money...
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.