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Hubo un tiempo en el que los aficionados del Barça íbamos a la Eurocopa a comprar, no a vender, como ahora. Lo de ir, claro, es un decir. Algún culé habrá en Alemania, no digo que no, pero lo suyo es acomodarse en el viejo sofá y ponerse a devorar partidos por televisión como si el fútbol volviera a ser el sustento de nuestras vidas, después de un curso liguero tan frustrante que a más de uno se nos quitó el apetito.

Saber comprar en un gran torneo es virtud y aprovechar para vender lo que no quieres, un milagro. Nunca es fácil empaquetar un mochuelo, máxime cuando tus descartes gastan sueldo de Hollywood. Podría ser el caso de Lewandowski, un futbolista que esta temporada ha mostrado más ambición en TikTok que en los terrenos de juego, aunque sus cifras no han sido del todo malas. Las otras, las de su contrato, crispan los nervios de cualquiera en un momento donde la salud financiera del club se escribe en una tirita, de ahí que una posible venta resultase tan atractiva para el club que media Barcelona saldría a despedirlo lanzándole besos desde las ventanas.

Con Frenkie de Jong la cosa se complica por varios motivos. El primero, que una lesión lo ha apartado del gran escaparate, pero también porque su contrato ascendente lo convertirá la próxima temporada en uno de los futbolistas mejor pagados del continente... Otra vez. Convencerlo de que su carrera deportiva importa más que el dinero pudiera ser un buen comienzo, pero no parece que el holandés piense tanto en priorizar sus virtudes como en adornar sus defectos con más montañitas de billetes, un poco al estilo del Tío Gilito en Patoaventuras.

La de Ferran Torres, el autodenominado Tiburón, tampoco sería una venta sencilla por la dificultad de adaptar sus aspiraciones al precio que cualquiera querría pagar por un futbolista eclipsado por Lamine Yamal y ampliamente superado por las críticas. “No es manera de vender hablar así de la vaca”, decía el viejo chiste. Y ya sé que no estamos para muchas risas, pero algo habrá que hacer para estirar el verano así que, de momento, a soñar.

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