Sin Liga, con futuro
Adolescentes al poder. El Barcelona sigue perdido en errores de jugadores que deberían marcar la diferencia y colgado del talento de unos adolescentes que deberían hacer sonrojar a gente como Pedri, João Félix, Frenkie de Jong, Cancelo, Araújo o Lewandowski. Su rendimiento, comparado con el de la presentación en un Clásico en el Bernabéu de Fermín, Cubarsí o Lamine Yamal no admite comparación. Otra cosa es que como decía Núñez, en el Bernabéu “siempre sale el 36″. Todas las jugadas grises caen del mismo lado. Y puede que acierten. La Liga, ya es del Real Madrid, que podrá regular jugadores de cara a su asalto a la Champions. De nuevo, al Barça de Xavi le faltó el punto de veteranía para superar un partido en el que se volvió a quedar a un palmo de la gloria.
La rabia. Xavi dijo que esperaba que sus jugadores sacaran el carácter y sus jugadores no fallaron en la puesta en escena, pero contra tanta adversidad es difícil luchar. Se adelantó el Barcelona en el córner número 19 que le lanzaban a Lunin esta semana. Los primeros 18 los tiró el City sin resultado y al primero, Christensen, al que se le echó mucho de menos ante el PSG la metió dentro. Pero la gasolina al danés también le dura poco. El Barça pudo marcar otro gol en saque de esquina tras un taconazo de Lamine Yamal en el primer palo. Por las imágenes, parecía claro que el balón había entrado. Pero la sala brumosa se lo pensó y no lo vio claro mientras Gündogan le pedía al árbitro que se mirara el reloj por si había vibrado el chip de la pelota. Pobre Gündo, eso pasa en otros sitios. La supuesta mejor Liga del mundo sigue midiendo estas cosas como en las charcuterías de los pueblos en los años 70, a ojo. Y el ojo del cubero es siempre igual.
Explicaciones. La semana ha sido trágica para el Barcelona, que ahora tiene muchas decisiones que tomar. La primera es sobre el futuro del entrenador, que debe decidirse esta semana porque no queda más pescado que vender en la temporada que luchar por el segundo puesto contra el Girona. Pero el debate va más allá del técnico. Versa sobre si es aceptable mantener las cesiones de João Félix y Cancelo y si se debe de seguir elevando a los altares a jugadores como Frenkie de Jong o si Pedri va a volver algún día a tener un nivel de élite. Eso, por no mencionar que alguien ofrezca una explicación de por qué se comprometieron 61 millones de un club arruinado en el fichaje de un futbolista como Vitor Roque que ni ha calentado en los partidos decisivos de la temporada.
La melancolía. El Barcelona demostró que cuando llega a los partidos melancólico compite mejor que cuando llega sobre excitado. El conjunto blaugrana sabía que la tarea era complicadísima. El Madrid llegaba en una nube y el Barcelona en la mugre tras la semana en Europa, que derivó en una polémica de vestuario entre Araújo y Gündogan, que tapó el desastre de cancelo ante el PSG. Cancelo insistió en su incompetencia y fue un agujero de antimateria en su costado destruyendo todo lo positivo que hacía su equipo.
Basta de corazoncitos. El Barça está tieso y depende de contratos con marcas que no se explican como el de Spotify que hace que la camiseta se manche con logotipos ridículos en redes sociales y en la publicidad. Es el signo de los tiempos que corren en un equipo que puede sacar algo bueno. Que ha quedado claro cúal es el futuro y qué es lo que sobra. Hora de decisiones.