Simeone y la realidad del Atlético
El Cholo abrió un buen debate. Mientras el club bate récords de socios, firma contratos millonarios, es capaz de retener jugadores... el equipo se ha estancado. La afición pide títulos, pide más.


Simeone abrió un debate muy interesante en la previa del encuentro ante el Espanyol. El Cholo se mostró autocrítico y dijo que ahora mismo el Atlético como club está por encima del Atlético como equipo. Lleva razón el técnico argentino. Él puso la base de esta locomotora que parece imparable. Con él empezó todo, aunque ahora su equipo se ha frenado. Llegan figuras, cracks mundiales... pero el conjunto rojiblanco no termina de arrancar.
El Atlético ha crecido a nivel de club de una manera casi impactante. Sólo hay que darse una vuelta por el Metropolitano para ver lo que hay allí: bares, restaurantes, tienda oficial, actividades para pasar un buen rato de ocio alrededor del estadio... Y eso no es nada comparado con lo que llegará. Si uno se da una vuelta por el recinto rojiblanco puede ver los carteles que anuncian el boom: la Ciudad del Deporte, el campo de golf, la ola de surf... Sólo los que están dentro del club saben la que se avecina. Incluso para los que estamos siguiendo la actualidad del Atlético se nos hace complicado pensar en lo que se va a convertir la entidad rojiblanca.
Mientras el Atlético firma contratos millonarios, bate récord de socios, de abonados (hay lista de espera porque no hay manera de conseguir un abono en el Metropolitano), el equipo se ha estancado. Sucede a la inversa de la llegada del Cholo al banquillo del Atlético. Entonces el boom fue en el terreno de juego: títulos, un equipo de leyenda, el partido a partido incluso como lema social... El equipo del pueblo contra las dos potencias, contra los dos más poderosos.
Ese equipo legendario se labró sin fichajes millonarios. Un Atlético indestructible con Miranda, Godín, Tiago y Gabi. Y que comenzaba a morder con Diego Costa. Y que tenía a Arda Turan como un fuera de serie. Un Atlético con un juego feo, pero casi invulnerable. Los rivales sabían que si el equipo de Simeone se ponía 0-1 era casi imposible remontar. Un equipo con apenas banquillo. Desde el lado madridista arreciaron las críticas a ese tipo de fútbol. Lo mismo hizo Ancelotti poco después. El resultado por encima de todo. La maquinaria madridista empezó a funcionar: entonces sí era válido ese tipo de juego y de fútbol.
Mientras el Atlético como club se expande fuera de nuestro país, el equipo se fue dejando la pasada temporada en los estadios de Leganés, Getafe o Las Palmas el prestigio que tanto le costó adquirir. Aunque el objetivo básico está a salvo: jugar Champions todos los años. Parece fácil. Puede que lo sea. O quizá no. Hay que mirar a Valencia o Sevilla para entender que quizá no lo sea tanto. Pero la afición demanda títulos, demanda jugar una final de Copa del Rey (nunca estuvo el Atlético tanto tiempo sin jugar una). Neptuno lleva tiempo esperando a que Koke aparezca por allí al frente de los suyos.
Noticias relacionadas
El equipo se ha estancado. Y el Cholo lo sabe. El Atlético ahora es capaz de retener a sus futbolistas y de robarle a la Premier figuras. Mientras el Espanyol le ganó al Atlético sacándole los colores, el club no para. Prepara la Noche de Bienvenida, el primer lleno ante el Elche...
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar