Gil Marín abrió la caja de Pandora y no se anduvo por las ramas al referirse al asunto de João Félix. Ni el técnico aguanta al futbolista ni el delantero a su entrenador. Separarse parece algo inevitable. Una pena porque no hay muchos jugadores con la calidad del portugués. Ni Simeone ni João Félix han estado a la altura que se espera de un entrenador de primerísimo nivel y de un futbolista con esas condiciones. El club madrileño (creo que no podía ser de otra manera) se ha puesto de parte de su técnico, pues tiene crédito suficiente para hacer y deshacer a su antojo. Y ningún entrenador tira piedras contra su propio tejado.
Porque cuando João Félix ha estado bien, ha jugado. Los detractores del Cholo señalan que no es el primer jugador al que el técnico desaprovecha y que da gusto ver al João Félix de Portugal. Y llevan razón. Como también los que apuntan que el portugués apenas ha demostrado nada en el Atlético y que bien le haría aprender, por ejemplo, de la humildad y el sacrificio de Griezmann. En el fondo pierde el Atlético porque tiene que dejar salir a un futbolista de nivel top a mitad de temporada. Con João o sin él, bien harían los rojiblancos en ponerse las pilas y jugar un poco al fútbol porque después de ver partidos del Mundial da pereza pensar en volver a ver los rácanos partidos del Atlético.