Silla de montar caliente
Algo se ha roto en el Madrid desde la victoria contra el Barça, entre malas caras, desplantes y silencios significativos. Se detecta una caída evidente en el rendimiento del equipo dirigido por Xabi Alonso.
El empate del Real Madrid en Elche devuelve a la memoria el título del western más irreverente de la historia. Se estrenó en 1974, lo dirigió Mel Brooks -realizador, entre otras, de El Jovencito Frankenstein- y, en España, pero no en los países suramericanos, se tituló Sillas de montar calientes. No se trató de una de las frecuentes decisiones en las que se cambiaba el título en inglés de una película por otro creativamente garbancero. Blazing Saddles fue el original y se puede decir que la traducción al español es casi literal, aunque suene a porno barato.
El partido comenzó horas antes en la Asamblea General, sin novedades en la ofensiva de Florentino Pérez contra Javier Tebas, la UEFA y los árbitros. En cuanto al Barça y el caso Enríquez Negreira, sus críticas fueron más explícitas que nunca, producto del volantazo de Joan Laporta con respecto a la Superliga. Por omisión, quedó claro que su alineación con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, es absoluta. A nadie escapó su conexión durante el reciente Mundial de Clubes, ideado y parido por Infantino, contra el criterio de la UEFA.
Dos novedades en el discurso de Florentino Pérez: la fecha de diciembre para concluir los trabajos de insonorización del Bernabéu y la propuesta de terminar con el actual modelo societario -en términos legales, el club es propiedad de sus 98.700 socios- por uno nuevo, que en primera instancia permitiría la entrada de un socio capitalista, con un límite de participación del 5% del valor del club.
Según todas las informaciones aparecidas hasta ahora, Florentino Pérez estima que el Real Madrid tiene un valor mercantil de 10.000 millones de euros. Si ese supuesto se cumpliera, significaría que la inyección del nuevo socio minoritario alcanzaría la cifra de 500 millones de euros. El presidente calificó de simbólico el papel del futuro socio, pero resulta difícil en un futuro accionista que entienda al Real Madrid como una ONG. Todas estas cuestiones se dirimirán en una próxima asamblea.
No se escuchó ninguna referencia cariñosa de Florentino Pérez a Xabi Alonso, el nuevo entrenador. En este capítulo, no se salió de la norma, aunque también se recuerdan excepciones. Por ejemplo, la llamada a seguir el ejemplo de José Mourinho, al que el presidente adhirió a los valores más sustanciales del Real Madrid. Alrededor de Alonso se percibe en la prensa un ruido cada vez menos difuso, procedente de las rendijas del club, famoso por su hermetismo, pero no tanto como para sellar las fisuras más convenientes.
Desde el doble caso Vinicius -la combustión en el Clásico y el comunicado posterior- se detecta una caída evidente en el rendimiento del equipo, tanto en los resultados como en el juego y el rendimiento de los futbolistas. Contra el Elche, el deterioro fue extremo. Empató con dos goles de atropellada frente a un sensacional adversario. Como ocurre con el Celta y el Rayo, el Elche es un regalazo para la Liga. Pequeño en presupuesto, grande en ideas y en ambición para ejecutarlas. Eder Sarabia ha logrado que sus jugadores, una amplia mayoría de los cuales procede de las canteras del Madrid, Barça, Athletic y Valencia, expresen todo su talento. Es un equipo feliz integrado por futbolistas radiantes, hasta el punto de provocar interrogantes impensables. ¿Qué hace Aleix Febas, autor de una actuación memorable, dando un recital en el Elche y no en el Real Madrid, donde se adiestró?
El Elche marcó golazos, a la altura del juego que desplegó. El Madrid marcó los suyos entre angustias y rebotes. Fue un equipo distraído, con los circuitos desconectados, sin nervio. Los titulares, salvo Mbappé, Courtois y Asencio, decepcionaron. Vinicius, Valverde y Camavinga -impactante su pasividad en el segundo gol del Elche- no mejoraron a los sustituidos. Algo se ha roto desde la victoria contra el Barça, entre malas caras, desplantes y silencios significativos. Al fondo, la figura de Xabi Alonso, sentado en una silla cada vez más caliente.
Noticias relacionadas
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.
¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí







Rellene su nombre y apellidos para comentar