Sí, se puede y se debe
“Un lunes largo se hace fatal, pero llega el viernes y me siento high”. Lo dice Aitana. Ocaña en este caso (la cantante). La goleada que Japón le endosó a la Selección hace cuatro días hizo que el día fuera especialmente duradero. Lento. Interminable. Para las propias jugadoras. Para la afición. Una derrota así siempre es difícil de digerir, pero a menos de 24 horas de unos asequibles octavos de final ante Suiza, la confianza solo puede ser total. Ciega.
España es sexta en el ranking de la FIFA, está catorce puestos por encima de su rival y cuenta con una talentosa generación de futbolistas que ya han tenido su peor día en tierras oceánicas. Es imposible no acordarse de Patri y Mapi, pero en La Roja siguen jugando algunas de las mejores del mundo. Hace ya más de un año que, con motivo de los cuartos de final de la pasada Eurocopa, en estas mismas páginas hablábamos de que era el momento de hacerse mayores.
De que el dominio de las categorías inferiores se trasladara a la Absoluta. De pasar por fin una ronda eliminatoria en un gran torneo. Mañana La Roja tiene una oportunidad única y no puede desaprovecharla. El paternalismo hacia nuestra Selección femenina se ha acabado. La derrota ante Japón trajo consigo una oleada de críticas. Todo lo que no sea estar entre las ocho mejores en Australia y Nueva Zelanda será una gran decepción. Se puede y se debe pasar a cuartos. A por ello.