Si el patinaje fuera olímpico...
La RFEP celebró el viernes su fiesta anual, la IX Gala del Patinaje, en la que desfiló un nutrido grupo de premiados del que tuve el honor de integrar. Muchas gracias. Pero más allá de la distinción personal, que es también el reconocimiento al trabajo de AS, me quedo con la numerosa foto de familia, que abarrotó el escenario del Auditorio Alfredo Goyeneche del COE, y eso que no acudieron todos los galardonados. La imagen es un reflejo del éxito deportivo de esta Federación, la más laureada del deporte español, aunque sus campeones difícilmente ocupan grandes titulares, ni abren los informativos de radio o televisión, porque compiten en deportes poco populares entre el público, lo que no quita ningún mérito a su esfuerzo.
A poca gente le resultan cercanos nombres como los de Pau García, Ana Sierra, Luisa González, Sonia Abón, Marta Borrás, Diego Poncelet, Victoria Porta, Arnau Pérez, Inma García o Enrique Rubio. Deportistas campeones del Mundo o de Europa que he elegido aleatoriamente como ejemplos, porque la lista sería mucho más larga. En 2023, la RFEP conquistó 15 títulos mundiales y 35 europeos individuales, además de ocho oros continentales por equipos. La cosecha es similar cada año, lo que les ha valido para recibir el mayor reconocimiento, los Premios Nacionales, en la categoría Copa Barón de Güell, tras lograr 40 medallas internacionales en 2022. Su presidente, Carmelo Paniagua, bromeó en su discurso con Alejandro Blanco, su homólogo del COE: “Si todas nuestras especialidades fueran olímpicas, barríamos en los Juegos”. En realidad, solo tiene esa consideración el skate, donde Danny León fue noveno en Tokio. A lo que Blanco replicó: “Es imposible tener más medallas en tantas modalidades en la historia del deporte español”. No les falta razón. España es una potencia del patinaje sobre ruedas. Aunque no luzca todo lo que se merecen.