Setién desmonta a Ancelotti
No hay gloria en una Liga sin partidos como este. Villarreal y Real Madrid dignificaron a la competición en un pulso formidable, de ritmo alto y de gran nivel técnico, con la ambición conjunta de salir ganadores. Lo consiguió el equipo de Setién, que impuso su talento colectivo sobre el talento individual de su rival. El plan del técnico cántabro pasó por encima del de Ancelotti, arrastrado este último por errores gruesos a nivel táctico que empiezan a repetirse con más frecuencia de la que cabría esperar. Desde el inicio, donde ya mereció abrir hueco tras una puesta en escena agresiva y fluida, el Villarreal puso en un brete continuo al Madrid. Progresó con naturalidad desde atrás a través de los primeros pases de Pau Torres, afinó la orquesta cuando el balón pasó por Parejo, distrajo en zonas intermedias con las apariciones de Baena y descolocó al Madrid con los movimientos de Chukwueze, Gerard Moreno y Yeremy Pino entre central y lateral blancos. Fue un equipo armónico y decidido, que desmadejó la timorata presión de Ancelotti y torturó su transición defensiva, con la máxima calidad posible para atacar el 1-5-3-2 en el que se situaba el Madrid cuando replegaba en campo propio con Valverde hundido en la derecha.
El Villarreal no sacó ventaja de primeras por culpa de Courtois. Y pudo ser peor porque el Madrid también tuvo sus opciones. Es cierto que no entendió nunca bien el partido, que estaba a la espalda de la adelantada zaga del Villarreal. Valverde y Vinicius debieron lanzar muchos más desmarques de ruptura cuando Benzema atraía a Pau y a un Albiol emocionante. Aun así, dispuso de oportunidades en las que careció de sensibilidad en la finalización. Esa falta de concreción resultó imperdonable ante un Villarreal mejor de cabo a rabo, con Gerard Moreno provocando una y otra vez superioridades en la medular a la espalda de Tchouameni y Kroos. No debió quedar contento Ancelotti con el mediocentro francés, que certificó su propensión a dispersarse. Lo mismo con la ausencia de firmeza de Rüdiger y Alaba o con las absurdas jaimitadas de Mendy. El lateral queda muy tocado a nivel individual, pero a Ancelotti le debe inquietar todo. El Villarreal desmontó a su equipo en una exhibición futbolística tremenda de las que sirven al aficionado para reencontrarse con la expresividad única de este deporte. Sonríe el Villarreal y LaLiga; el Madrid se maldice y le toca preocuparse.
La imprudencia
Mendy arriesga siempre en exceso en la salida y esta vez tuvo consecuencias funestas para su equipo en el 1-0. Busca a Kroos en una situación que no toca y su pase es cortado por Parejo. Gerard Moreno está solo entre centrales.