Rüdiger prueba y aprueba
No fue una rehabilitación plena del Madrid, ni tan siquiera destacada, pero para venir de donde venía al menos se desempeñó con la suficiente dedicación para imponerse a un Rayo pelín pardillo. Con poquísimo en juego, el equipo de Ancelotti se sacó parte de las malas sensaciones, atacó con cierto sentido creativo y se recogió con mayor solvencia. Fue desde esos patrones donde se encontró con la victoria, al hilo de Kroos y Modric, en un partido de poco ritmo y de limitadas conclusiones. Si acaso, sorprendió la nota de Rüdiger como lateral izquierdo. Ancelotti probó al alemán en esa posición pese a tener a Nacho y Alaba en el campo. Se pudo entender como una pista de cara al futuro, ante la posible salida de Mendy y la desazón de Alaba cuando le toca jugar ahí.
Y, en un contexto de difícil escrutinio, Rüdiger resolvió la papeleta con cierta entereza. No estuvo demasiado expuesto porque el Rayo vertebró sus acciones ofensivas por la banda izquierda, pero no se le pilló en demasiados renuncios. Cerró bien los centros laterales del otro lado, acortó los espacios con Alaba y tuvo cuidado de no caer en la precipitación de saltar para no perder su espalda. Fue una actuación relativamente sólida, aderezada por sus incursiones en el otro campo. Ahí sí que se le vieron ciertas costuras en la orientación del cuerpo, aunque cuando centró con la izquierda lo hizo con filo. Puso interés en llegar arriba y producir. Lo de Rüdiger fue un ensayo en un Madrid que por momentos pareció seguir en sus trece de desentenderse de los partidos que le quedan y afear su temporada más. Pero apareció Rodrygo...
Bien posicionado
Jugada del Rayo por la izquierda con Rüdiger pendiente de Isi en el área para abortar el posible peligro en la acción de centro lateral. El alemán entendió bien su rol en ese tipo de jugadas.