Rodrygo frotó la lámpara

Como era de esperar, los egipcios del Al Ahly presentaron batalla y obligaron al Madrid a competir de la mejor manera para conseguir el pase a la final. La baja de Benzema nos permitió ver de nuevo a Rodrygo jugando por dentro, y ahí el joven brasileño es una delicia. Seguramente su posición ideal sea por detrás de un delantero, pero realizó un partido brillante jugando como único punta. Me gustaron especialmente sus movimientos y desmarques hacia la profundidad. Siempre circulares para no meterse en fuera de juego y estar bien perfilado para recibir el pase, aunque no siempre lo necesite, ya que posee un primer control de fuera de serie y es capaz de girar sobre sí mismo como si no costara. Además de todo este recital de comprensión del juego y de los espacios, ofreció un par de acciones técnicas de muy alto nivel. Una en la primera mitad que incluyó robo, regate y definición, que acabó estrellándose en el palo, y otra, cocinada entre Dani Ceballos y el propio Rodrygo, repleta de imaginación, talento y sangre fría en el remate. Es un gusto ver a este futbolista volver al fútbol que mostró en los últimos meses de competición del curso pasado. El equipo le necesita.