Rodrygo es pura magia
Jugada que va al Museo.- Les confieso que iba a ver este partido en un chiringuito de playa gracias al megapuente del que están gozando los madrileños (el próximo martes es fiesta en la capital), aprovechando que la Liga está perdida y así dar una alegría a la familia. Pero el viernes los atascos que se montaron desde primera hora para escapar de la ciudad eran de tal calibre que decidimos en casa quedarnos aquí y disfrutar de esta maravillosa ciudad, una de las más visitadas del mundo. Quedarme me permitió ser fiel a mi cita con el Bernabéu, quitándome esa mala conciencia que me estaba comiendo por faltar a estos partidos en el santuario de La Castellana que siempre te ofrecen situaciones interesantes y cosas que solo se pueden ver aquí. El destino se alió conmigo. Jamás me hubiese perdonado no haber visto in situ la obra de arte de Rodrygo Goes ante el Almería. Estaba en la cabina de la SER junto a Antonio Romero y pude ver al brasileño inventarse un regate prodigioso ante Akieme, al que dejó sentado en un baldosa para convertir la pisada de tacón en un autopase memorable que concluyó con una conducción sobre la línea de fondo (aplaudió hasta la cal) y una asistencia perfecta a Benzema, que sacó su instinto de killer para poner el broche de oro a la antológica jugada. Rodrygo puso en pie al Bernabéu y justificó el esfuerzo de los 58.035 aficionados que optaron por renunciar a la playita, como yo, y ser fieles a su cita semanal con la cualificada tropa de Ancelotti. Rodrygo ha hecho historia. Siempre se recordará este 29 de abril de 2023 como “la tarde en la que Rodrygo hizo aquel regate inolvidable ante el Almería...”.
Pichichi Benzema.- Karim se ha puesto serio y en 42 minutos firmó un hat-trick que devolvió al Kilómetro 0 la lucha por el Pichichi, que ya parecía sentenciada desde hace meses a favor de Lewandowski. El polaco sigue por delante, pero el francés está empeñado en reeditar su éxito del curso pasado (lo ganó con 27 goles) y ya sabemos que Karim es un tipo de retos. Va por el buen camino. Sus tres goles al Almería, que pudieron ser cuatro si el poste no evita el póker, le sirven para completar su semana grande, dado que el jueves tuvo su primer bebé con su pareja actual, la modelo estadounidense Jordan Ozuna. Benzema es feliz en su vida personal y ese estado emocional lo traslada al campo, donde vuelve a ser el hombre que ganó con todo merecimiento el último Balón de Oro. Allez Karim!
Efeméride.- Este apartado que me gusta incluir en la contracrónica del partido me lleva a recordar lo que pasó en otro 29 de abril, el del año 2014. Semifinal de la Champions en el Allianz de Múnich. Vuelta. Ante el Bayern de Guardiola. Decía Rummenigge que iban a arder los árboles para amedrentar al Madrid... de Ancelotti. Respuesta de campeones. 0-4, con dos dobletes de Sergio Ramos y de Cristiano. Inolvidable. Un mes después llegó la Décima. Ojalá los cuatro de hoy y los cuatro de Múnich sean el aperitivo de otra final de Champions. Pero antes está la final de La Cartuja, Osasuna y el cyborg Haaland visitando el Bernabéu. Unos retos bárbaros, solo al alcance de los elegidos. Y el Real Madrid lo fue, lo es y lo será siempre.
Va por ellos.- Madrid se llenó de turistas del resto de España y el Bernabéu no fue ajeno a ello. Esta goleada va por gente como mi amigo JJ Sesma (padre del que fue jugador en Primera del Cádiz, Valladolid, Córdoba y Huesca), que celebraba sus 45 años de casado con Inma González Santana, su maravillosa mujer. El Madrid-Almería iba en el lote de las celebraciones. Y no me olvido de mi amigo Pepe Moreno, de Vélez-Málaga, un buen tipo que merece mejor suerte. La afición cree. Y yo.