Riquelme, el MVP y la pura emoción

“¿Para mí?, ¿para mí?, ¿me estás vacilando?”, fue la primera reacción de Riquelme cuando le daban el MVP del partido. El vídeo, que se hizo viral al segundo, desprende una inocencia, sorpresa y gratitud que aún siendo de otro equipo, es difícil que no te emocione. Pasa que, en el campo, muchas veces, para bien o para mal, percibes cosas que no se ajustan a la realidad. En lo del MVP, la gente de fuera lo teníamos claro, el canterano fue el mejor. Cabe recordar que Roro es un mediapunta, y ante el Feyenoord le tocaba bailar con el más rápido y desequilibrante, un tal Minteh, un futbolista poquito aturullado, pero un rayo en conducción. A pesar de ello, el canterano fue de menos a más, no solo taponándoles muchas embestidas en trabajo defensivo, si no que en ataque lograba desbordar, alargar al equipo, y sacar faltas para alivio de sus compañeros.

Acierto total de Simeone hacerle partícipe desde el comienzo, cuando todos esperábamos a Lino tras su gran actuación ante el Mallorca, otro conejito más que se sacó el técnico (van legión) para beneficio del grupo. Ya pasó con Carrasco, van camino Lino y Riquelme. Convertir a un jugón en soldado también. Qué satisfacción debe ser para un entrenador convencer a un artista de que puede hacer algo que hasta ellos mismos desconocen, ese rol de defender apasionadamente sin balón. En el trofeo de Roro, tiene más mérito todavía, el ganárselo a un tal Griezmann, el francés de nuevo realizó otra exhibición, pocos futbolistas vi en mi vida de tener la virtud durante 90 minutos (importante, 90 minutos), mutar de albañil a arquitecto en una misma jugada. Ojalá, Roro, no pierdas nunca esa mirada humilde e inocente tras la entrega del MVP. Para ello, te aconsejo que sigas la rueda de ese artista con mono de trabajo y zapatos de charol que es Griezmann. Invertir en esfuerzo siempre termina dándote réditos.

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