Remiro, Take y Benzema
Bajonazo. Es difícil explicar lo sucedido en esta gélida noche en el Bernabéu. El mejor fútbol desplegado por el vigente campeón en toda la temporada y no le da para pasar de un empate con gafas (0-0). Y eso que la Real de Imanol se merece todos mis respetos por su valentía táctica, su templanza ante la ola de siete metros que se le vino encima y su ambición para buscar el triunfo en el descuento. Cuando ves a Ceballos presionar y jugar con energía, a Valverde parecerse por fin a ese Halcón que deslumbraba antes del Mundial qatarí, a Rodrygo y Vinicius desbordando y dibujando desequilibrios maravillosos con sus regates diabólicos, especialmente el 20, al que solo le faltó templanza en la definición para alcanzar el sobresaliente en la puntuación final. Solo Benzema estaba ‘raruno’, sin lograr conectar remates con peligro y sin diseñar esas genialidades que el curso pasado eran cotidianas para suerte de esa afición que está deseando que recupere ese punto de cocción que no ha encontrado en toda la temporada. Lo que duele es ver que el Barça lleva un mes jugando poco o nada, pero se ha abonado al 1-0 y al 0-1, que al final es lo que vale. Suma de tres en tres, a Ter Stegen no hay quien le meta un gol y rentabiliza al máximo el golito de turno de Pedri. En fútbol hay que definir, porque lo demás es sólo escenografía. ¿De qué te vale jugar con tan buen gusto si al final te vas a la cama a cinco puntos del líder? En cualquier caso, el camino es el adecuado. Jugando con esta intensidad y esta calidad se ganan 9 de cada 10 partidos. Alguna vez la tostada dejará de caer del lado de la mantequilla. Ancelotti sabrá revertir esta situación porque conoce bien su plantilla y sabrá encontrar el jarabe para curar este resfriado de campeonato...
Factor Remiro. Este 0-0 tuvo mucho que ver con la actuación de Alejandro Remiro Gargallo. ‘El Muro de Cascante’ estuvo soberbio, sobre todo en los mano a mano. Amargó la velada a Vini y fue sobrio y ágil en todas sus intervenciones. El navarro supo minimizar los mejores minutos de juego de los blancos, que acabaron rendidos ante la imposibilidad de encontrarle un punto débil. Los porteros deciden partidos y solo queda felicitarle. Ya lo hizo Courtois en París en la final de la 14 y con eso hay que contar. La Real acertó con su fichaje y sabe que aparte de jugar bien tiene bien cubiertas las espaldas con su porterazo.
Take, alucino contigo. Siempre me gustó el talento y la zurda del japonés. Pero nunca creí que iba a protagonizar semejante exhibición en la que pudo ser su casa. Cierto que nunca pensé que le daría su talento como para jugar en el Madrid, que son palabras mayores, pero si su fútbol fluyese tanto como en esta noche de enero en el Bernabéu jamás se habría ido de aquí. Jugó, puso a prueba a Courtois, defendió ayudando en la batalla con Vinicius... Se salió.
Remontada. Cuando el Madrid tumbó al Barça en el Clásico de octubre con un juego muy superior, dejó a los de Xavi tres puntos abajo. Pues nueve jornadas después el Barça nos saca cinco, lo que significa que ha logrado meter ocho puntos de renta tras ese 3-1 que hizo pensar que esta Liga era pan comido. Toca reflexionar. al respecto. Y remontar, que es lo nuestro.
Muy tocados. Se fueron tristes del estadio mis amigos de la Peña Los Rosales (Zaragoza), Medina de Rioseco (Valladolid) y los entusiastas de la peña de Chile, que cruzaron los océanos esperando otra cosa. No pierden la fe, pero vaya frenazo...