Rafa Mir fue el nueve más falso
Tenía un plan Jorge Sampaoli en el que, al menos de inicio, no cabían los delanteros. Entre Isco y Lamela se repartieron la posición de presunto 9 y la confabulación parecía caérsele al técnico argentino a los 5 minutos por un error infantil de Montiel... pero no. Más práctico que incisivo, pero al menos con rigor, el Sevilla aguantó las embestidas madridistas en la primera mitad y dio bien dado en la segunda gracias a un gran pase del propio Montiel, que se redimía, y al gol de Lamela, uno de esos puntas fake que deambulaban de banda a banda en busca de algún balón perdido. El 1-1 dio paso a los mejores minutos del equipo nervionense, que acumuló entonces algún mérito para haberle dado la vuelta al marcador. Y que incluso fue a por el partido.
Pero entró Rafa Mir. Con esa tremenda casualidad que causa destrozos en las películas de Tarantino, tuvo que ser el delantero puro, recién salido al campo, el que le pegara al Sevilla un tiro en el pie. Tocaba Mir su primer balón, un pase fácil a cinco metros, con toda su gente en el campo rival... Y se la dio a un Madrid que cuando no puede en el juego de posición te acaba matando en otra de sus especialidades, la contra. El error desmontó al Sevilla y los locales, Valverde mediante, lo acabaron de ejecutar. Al final, el nueve más falso fue precisamente el único ariete que había jugado de rojo.