Quédense con este nombre
El canterano Iñigo Arguibide sin apenas experiencia en Primera, cuajó un buen partido ante uno de los mejores equipos de la Liga.
Háganme caso, quédense con este nombre: Iñigo Arguibide. El canterano de Osasuna está viviendo en las últimas semanas el sueño de cualquier chaval que desde pequeño desea jugar con el equipo de su tierra en Primera División. Debutó en Primera con tan solo 18 años en un Las Palmas-Osasuna, en abril de 2024, de la mano de Jagoba Arrasate. A sus espaldas, una carrera meteórica.
Sólo un año antes de presentarse en el fútbol profesional estaba jugando en División de Honor Juvenil. Con las lesiones esta temporada de Rosier primero e Iker Benito después, el cuerpo técnico de Osasuna decidió que pasara a formar parte de las primera plantilla para tener cubierta la posición de lateral derecho.
En un principio, Lisci optaba por emplear en el carril derecho a Moncayola, pero el centro del campo rojillo perdía mucho sin él. Ante la Real, Arguibide, debutó en El Sadar con la camiseta de Osasuna. Pero fue un debut amargo porque su equipo perdió y además, de manera un tanto rigurosa vio la tarjeta roja cuando sólo llevaba unos minutos sobre el terreno de juego. Lisci le dio una nueva oportunidad ante el Levante. Esta vez sí, las cosas salían redondas.
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Dio la talla, fue titular en El Sadar y su equipo ganó. Ante el Barcelona afrontó el más difícil todavía. Con sólo 20 años fue titular en el Camp Nou y cumplió con su cometido de parar a algunos de los jugadores más importantes del fútbol mundial. Lo hizo bien, ganó duelos y se mostró valiente. Si sigue por este camino, el de Huarte, tiene muchas opciones de asentarse como futbolista de Primera División. Si yo fuera ustedes, me quedaría con su nombre: Iñigo Arguibide.
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