Qué suerte tiene Brasil
Samba y magia.- Se lesionó en el hombro Bellingham ante el Rayo y la afición entró en pánico ante la trascendencia que había destilado el inglés en todas sus actuaciones. Parecía que sin Jude el Madrid se quedaría desnudo, sin argumentos futbolísticos para intimidar a nadie. Pues en los dos primeros partidos sin el genio británico el equipo de Ancelotti ha metido ocho goles, seis de ellos con la firma brasileña de Vinicius y Rodrygo, dos delanteros de talla mundial. Imagino la ilusión que la afición canarinha debe tener soñando con la próxima Copa América (2024) y el Mundial de 2026 (Estados Unidos, México y Canadá). Con dos magos como Vini y ‘Rodrygol’ todo es más sencillo. Fueron los artífices de una noche feliz en un Bernabéu extramotivado con la visita del Valencia, un histórico venido a menos que llegaba con unos jóvenes emergentes que plantearon un partido valiente y de tú a tú. Con espacios, Vini y Rodrygo te destrozan. Convierten el Bernabéu en un sambódromo gigante que sueña con esta Liga a la que oposita por delante sólo el Girona de Míchel. Se avecina un pulso por el título maravilloso. Atleti y Barça aparecen un peldaño por detrás. No me parecen tan lustrosos en su candidatura.
Con el escudo.- El gol de Vini antes del descanso será recordado mucho tiempo. Su amigo Rodry le pasó desde la derecha y el balón botó, lo que le hizo el 7 improvisar un espléndido remate de pecho, con el escudo, con el corazón. Un gol con firma de autor con el que respondía a las críticas llegadas esta semana desde Valencia, muy duras e injustificadas algunas de ellas. Pero no pasó factura, lo celebró con sus compañeros y con la afición, que le adora. Sólo a Vini se le ocurre meter un gol en plancha y con el pecho. Recuerdo un gol con el pecho de Hugo Sánchez en Las Gaunas hace 35 años. Dos genios.
‘Rodrygol’.- El 11 se ha quitado de encima la nube negra que le alejó del gol durante varias semanas. En cuatro días ha sacado un cursillo de lo que debe ser un delantero moderno, inteligente y letal. Su gol que cerró la manita al Valencia fue de cum laude. Destrozó la cintura a Gabriel Paulista y definió con solvencia y mucha confianza. La que ha recuperado gracias a Ancelotti, que sabe que tiene un tesoro con estos chicos. Añadiría a Camavinga, que celebró su 21 cumpleaños con una actuación portentosa desde el pivote. Encima, los tres son buenos amigos fuera del campo. Este tridente, más Bellingham, son la base de un Madrid cuyo futuro suena a música celestial.
Viva el brócoli.- Desde que se quitó el gluten y consumió más brócoli, el gran Carvajal es de nuevo el mejor lateral derecho de Europa. Encima, le ha dado por meter goles como si fuese Fede Valverde. Su zurdazo en el 1-0 fue una oda al atrevimiento. Y ojo, como dijo Di Stéfano, el primer gol es el más importante porque es el que abre la lata. Dani, estás que te sales.
Pirri, un honor.- Me hice de niño del Madrid por Pirri, un ‘box to box’ del siglo XX. Un siete pulmones y una persona excepcional. Un nombramiento que nos enorgullece a los que le conocemos. Me lo trasladan Paula, de ‘Reales Madridistas’, Rafa Ruiz, de la peña de Vélez-Málaga, las zamoranas Leire y Yasmina, que debutaban en el santuario del Bernabéu, y mi sobrinito Hugo, que a sus 9 años vivió un sueño junto a Álvaro, un padre orgulloso de haberle trasladado el sentimiento madridista. Buenos tiempos corren por el Bernabéu. La leyenda continúa.
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