¡Qué bien viene el parón en Bilbao!

El Athletic agarra el primer parón de Liga con sumo gusto. Se le van Nico y Vivian y es un fastidio, porque tras incorporarse más tarde por la Eurocopa, ahora les venía bien descansar. Pero frenar es lo ideal para cerrar filas y recomponer ideas, ya que llega con las piezas aún algo desajustadas. Son cuatro puntos sobre 12, un bagaje escaso. Se tiene que meter en la competición a toda prisa en la vuelta a mediados de septiembre porque esto no para. Le viene después una catarata de partidos, con la Europa League incluida, y como dudes, te comen las hienas. El Athletic disparó de nuevo la euforia con un partido muy completo ante el Valencia. Pero cabe encuadrarlo en su justo marco: era ante un colista que anda flojete. El Cholo había dejado de ser la bestia negra en San Mamés y recuperó su antigua ferocidad. Un planteamiento claro, con un Atleti muy cerrado con dos líneas pobladísimas en pocos metros, desactivo el rock and roll de Valverde.

Simeone puso el equipo más alto un rato en el segundo tiempo. Ahí ambos rivales se intercambiaron golpes. Pero para el cuarto de hora final dijo basta: se echó otra vez atrás. Ambos arrancaron pensando en no cometer errores y al final, eso, un fallo decidió el choque. En el tiempo de descuento, Nico, que andaba ya justo de fuerzas, dio un pase que nunca se puede entregar a Lekue, que estuvo blando. Agirrezabala titubeó en la salida. Adiós a un año de imbatibilidad en Bilbao. Una pena el fuera de juego milimétrico que dejó sin el 1-0 al cuadro local al poco de arrancar el segundo tiempo.

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