Pulgar hacia arriba; pulgar hacia abajo

Mañana hay elecciones en Galicia, un partido del que está pendiente todo el país. Hoy, por tanto, es jornada de reflexión para todos los gallegos. Seguro que habrá muchos políticos en Balaídos paseándose para rogar el voto con la mirada y también para destensar después de dos semanas de dura campaña. No sé si pondrán urnas esta tarde en el estadio, pero lo cierto es que el partido será un importante plebiscito, con Benítez esperando que la grada levante el pulgar que bajó en el último partido. Desde el club apelan a la unión, al espíritu del partido de hace unos meses frente al Barça, cuando un chaval llamado Gabri Veiga evitó el descenso.

Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo. Y en experiencia, Benítez tiene un doctorado. El madrileño sabe que no pueden esperar a la ruleta rusa de la última jornada, pues al final siempre acaba saliendo la bala que te mate. El Celta ya ha apretado demasiadas veces el gatillo, mejor no tentar más a la suerte. El problema es que la parroquia ya está aburrida de tanto conservadurismo y no va a pasar una más. Si no ve nuevas intenciones, mantendrá el pulgar hacia abajo. Y el partido empezará con la alineación. Si en ella no está Aspas, el celtismo ya entrará enfadado al campo. El moañés es parte del escudo y el pueblo sabe que la salvación pasa necesariamente por el poder de esa izquierda.