Pogacar abre a lo grande
Tadej Pogacar estrenó su temporada a lo grande. El doble campeón del Tour venció el lunes en su apertura del curso en la Clásica Jaén Paraíso Interior, una joven carrera española disputada sobre un atrevido recorrido por tramos de tierra. En su segundo año de existencia, Jaén inscribió en su palmarés a un notable del pelotón actual. El triunfo de Pogacar da lustre al Paraíso, una valiente competición con proyección de futuro. También al ciclismo español. Y, de paso, eleva la expectación para la Vuelta a Andalucía, que comienza hoy en la misma provincia, con el as esloveno como máximo atractivo, frente a un elenco de retadores españoles encabezados por Enric Mas, Mikel Landa y Carlos Rodríguez.
Tan relevante como la victoria en sí, fue la manera de conseguirla. Pogi atacó a 42 kilómetros de la meta de Baeza. No necesitaba una exhibición de ese calibre, hubiera vencido igual esperando a un momento más cercano, pero la presente hornada de campeones valora tanto el éxito final, como el camino para alcanzarlo. Es importante ganar, pero no de cualquier forma. Pogacar, número uno del ranking UCI en los dos últimos años, es uno de los principales exponentes de esta filosofía, en la que también se inscriben Remco Evenepoel, Wout van Aert, Mathieu van der Poel... Y llama a la puerta Juan Ayuso. Hasta hace una veintena de años, las carreras del inicio de la temporada, y eso incluye a Andalucía, editaban batallas entre los segundos espadas de los equipos, mientras que los jefes de filas hacían entrenamientos con dorsal, de cara a su asalto a las grandes. Eso ha cambiado desde hace un tiempo. En 2015 ya pudimos presenciar aquí un duelo entre Chris Froome y Alberto Contador. Ahora los líderes no especulan. Si participan en una carrera, es con intención de ganarla. Y, a ser posible, con espectáculo.