París por fin tiene un equipo
Desde hace mucho, muchísimo tiempo, el Paris Saint-Germain había sucumbido a todos los golpes que había recibido en Europa. Era un compendio de estrellas, no un equipo y los futbolistas hacían cada uno la guerra por su cuenta. En 2023, justo antes de confirmarse la salida de Mbappé,el club decidió dar un viraje total al proyecto, confiriéndole las llaves a Luis Enrique, que no titubeó ni un instante, concretamente un día, en descartar a Neymar y Verratti y para además, forjar un equipo que se ha convertido en un colectivo impenetrable. “Seremos mejor el año que viene”, dijo cuando se marchó Mbappé. Y, por resultados, juego, estadísticas, sus declaraciones no iban mal encaminadas.
Que Kvaratskhelia, en el minuto 89, agotado por el exhausto esfuerzo físico realizado, haga un tackle en su área, denota que los esfuerzos no se negocian, que aquí el que no corre se va al banquillo y que todos reman en la misma dirección. Y en eso el asturiano tiene todo el mérito del mundo por lograrlo.
El PSG se llevó una eliminatoria espectacular en Anfield. Una doble confrontación en la que habría perdido seguramente antaño, acostumbrado a ser un castillo de naipes que no sabía competir en los mejores campos de Europa. Y hasta Donnarumma, que encarnaba a la perfección la flaqueza del proyecto, se vistió de héroe. El italiano dio un do de pecho en Inglaterra, como el PSG, que ahora, con Luis Enrique, con el que han aprendido a competir en Europa, se sienten imparables y nadie podrá frenarles en su sueño de ganar, por fin, la ansiada Champions League, antes una obsesión, ahora una ilusión.
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