Otra generación de oro
El baloncesto español tiene nuevos Júniors de Oro. Los Golden Boys 2.0, como ya los ha bautizado la FEB. Han tenido que pasar 24 años para que otra generación se alce como campeona del Mundo Sub-19, como hizo aquel grupo mágico que luego escribió la historia más gloriosa del deporte español, aquellos Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Raúl López, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, más el lesionado José Manuel Calderón. Un equipo único. El listón está alto, claro que sí, y la responsabilidad es grande, pero hay nuevos motivos para soñar con Izan Almansa, Lucas Langarita, Baba Miller, Jordi Rodríguez, Rafa Villar, Sediq Garuba… Vayan aprendiendo sus nombres, los van a escuchar durante mucho tiempo.
Esta Selección ha rematado una semana fantástica, en la que ha ido aplastando rivales sin piedad, como una apisonadora, con ventajas a veces estratosféricas: de ¡82 puntos! al Líbano, de 38 a Argentina, de 32 a Turquía, de 27 a Canadá, de 19 a esta misma Francia que tanto apretó en la final y que venía de eliminar a EE UU… España no había sufrido en ningún partido anterior para doblegar al rival, por eso también tiene mucho mérito que en su jornada más oscura, el día que el juego no fluía como en otras ocasiones, el equipo supiera bajar al barro para resolver en la prórroga el litigio que les proclama como campeones. Es verdad que no lograr el oro ante Estados Unidos, como ocurrió en Lisboa 1999, viste menos la conquista. Hay que admitir que un triunfo sobre USA luce más en el currículo. Por eso ha sido bueno rodear el éxito de agonía, para saborearlo más rico. Hay futuro, a la vista está. Porque a estos fenómenos, además, hay que añadir a otros talentos generacionales que este domingo no estuvieron en Hungría, pero que participarán en los éxitos del mañana, como son Aday Mara, Hugo González, Mario Saint-Supery… Otra camada de oro.