NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Otra Euro, por las que no están

Ocho presencias en las últimas diez finales y cuatro coronas europeas conseguidas. La Rojita nos ha malacostumbrado. Pero qué bonita esta mala costumbre de citarnos cada verano ante el televisor para ver crecer a una nueva generación de estrellas. A las que hoy se dejaron todo sobre el terreno de juego del Den Dreef Stadion de Lovaina ya las conoce la mayor parte de la afición del fútbol femenino. Y es que el equipo dirigido por Sonia Bermúdez estaba compuesto por campeonas del mundo Sub-17 y Sub-20. En 2022 ya habíamos hablado de ellas.

De esa incombustible Andrea Medina que recorre la banda izquierda con la misma pasión con la que habla a sus compañeras en cada prórroga. De esa Silvia Lloris que presenta sus credenciales a central de futuro para La Roja en cada balón cortado. De esa Fiamma Benítez que cabalga a un ritmo superior después de una temporada de crecimiento constante en el Valencia. De esa Carla Camacho que en esta Eurocopa Sub-19 ha marcado los mismos tres tantos también anotó el año pasado en la categoría Sub-17. De esa Lucía Moral, alias Wifi, cuyo idilio con el gol hace mantener la fe en la victoria a cualquiera. Su entrada al campo dio esperanza a La Rojita y su salida, en camilla, nos heló el corazón.

Qué difícil tiene que ser celebrar un título en muletas. Qué lágrimas más amargas las de la delantera del Atlético. Siendo campeona de Europa Sub-19 por segundo año consecutivo. El abrazo de Sonia Bermúdez fue el que queríamos haberle dado todos. Como a Esther Laborde, que se perdió esta fase final por lesión y cuya camiseta portó Martina en la celebración. Por ella. Por la propia Wifi. Por las que no están pero también lo son: ¡Campeonas de Europa! ¡Otra vez! ¡Menudo futuro!