Oliver y Benji son alemanes
Alemania fue una incógnita hasta este viernes. Habían surgido dudas en torno al combinado de Nagelsmann después de los recientes amistosos ante Ucrania (0-0) y Grecia (2-1), pero todas ellas deberían haber quedado resueltas después del partidazo que se marcó ante (una pobre) Escocia para presentar su candidatura a levantar la cuarta Eurocopa de su historia en su propio territorio. En cuestión de meses, Nagelsmann parece haber convertido a una Alemania que no era capaz de levantar cabeza después de los numerosos batacazos vividos en las últimas grandes citas en un rodillo que vuelve a aspirar a todo. ¿Su secreto? Incluir una pieza que, ahora sí, le da sentido a todo: Kroos.
El ya exmadridista fue el temporizador que, gracias a su templanza y su habilidad de hacer lo correcto en todo momento, hizo brillar a todos los demás. Sobre todo a los dos chicos de oro delante de él, que por momentos incluso parecieron jugadores virtuales de la play por su habilidad para sortear defensas rivales. Cabe recordar que tanto Wirtz como Musiala tienen 21 añitos cada uno, pero esconden talento de sobra en sus botas para convertirse en los Oliver y Benji que lleven a su Mannschaft en volandas a por la copa. También hay kíller (Füllkrug), zagueros (independientemente del gol en propia de Rüdiger) y portero (Neuer). Alemania está de vuelta.