Oh là là!
Ganamos el Mundial, la Nations League (masculina y femenina), la Eurocopa, estamos en las semis de los Juegos Olímpicos (también las dos selecciones) y no por casualidad, sino venciendo a los favoritos y siendo el mejor equipo. En categorías inferiores, España está disfrutando de un éxito sin precedentes desde que la Sub-23 de Pep Guardiola y Luis Enrique ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Y ahora acabamos de ganar el Europeo Sub-19 femenino. Lo increíble es conseguir todo esto rodeados por un ambiente tan oscuro como el del fútbol español: Negreira, Rubiales, Pedro Rocha, la Superliga, el racismo, el machismo y los problemas financieros. Aunque de estos últimos hay que ver la parte buena, los jugadores de la casa como Fermín, Lamine, Diego López tienen la oportunidad de demostrar lo que valen, si no todavía estarían esperando en el juvenil.
Por su parte, los clubes femeninos sufren cada temporada para salir adelante y tienen que dejar marchar a sus mejores jugadoras que se las reparten entre los dos de siempre o se van fuera. Menos unas cuantas, la mayoría son futbolistas que se empeñan en perseguir su sueño a pesar de las vicisitudes de su profesión. No sé que sería de nuestro fútbol con viento en cola y sin turbulencias.
Entonces, ¿cómo es posible tanto éxito? La clave es el talento que se trabaja en los equipos de barrio y que más tarde llega a los grandes clubes y nos permite disfrutar de jugadores como Yamal, Nico o Aitana. Incluso los que se van a Arabia y pasan una temporada en una liga menos competitiva se atreven a disputar un Europeo y a rendir como el mejor en la Selección.
Hay que añadir que la salida prematura de algunos (Fabián, Dani Olmo, Rodri…) a otras ligas, les ha permitido finalizar su desarrollo con diferentes entrenadores y en otro contexto que les ha hecho mejores futbolistas, fortaleciendo a la Selección. Además de grandes profesionales que hacen posible que cualquier niño o niña pueda llegar, el fútbol español se ha beneficiado de influencias de fuera como la de Cruyff , Bilardo, Antic, Sacchi... Y así se llegó a la mejor etapa de nuestro fútbol, la que nos hizo campeones de todo entre 2008 y 2012. Pensábamos que sería difícil volver a vivir algo tan grande pero en esta nueva etapa de consolidación vamos por el buen camino con otro tipo de futbolistas pero con la garra que siempre nos ha caracterizado. Que se preparen las brasileñas y los marroquís. Lo veo, ya estamos acariciando el oro.