Noche de repudiados en Múnich

Dos rechazados fueron los encargados de cambiarle la cara a Rummenigge y Hoeness. Sonreían los mandamases muniqueses a su llegada al Allianz Arena, pero a los 24 minutos de partido se les desencajó el rostro a ambos. El culpable fue Kroos, aquel chico al que repudiaron en su día por no querer situarle en el escalón salarial que le correspondía y que silenció el coliseo bávaro (incluido el palco) con un pase a la altura de pocos.

Justo después de que Kroos desaprovechara una ocasión clarísima para sentenciar el duelo llegó el momento de otro despreciado. La pizarra de Tuchel, técnico que tiene los días contados debido a la falta de apoyo de las vacas sagradas, dio con la tecla para remontar el partido en cuestión de cuatro minutos. Cambió a Sané y Musiala de banda, el primero empato el duelo tras una galopada tremenda y el segundo fabricó el penalti que convirtió Kane.

Vinicius salvó las tablas para el Madrid y ahora le toca al Bayern viajar al Bernabéu, pero cabe recordar que Tuchel está a dos partidos de seguir los pasos de Heynckes, ex entrenador del conjunto blanco que fue destituido después de ganar la Séptima en 1998. Quizá le sirva para reflexionar a los responsables del Bayern y apreciar algo más lo que tienen en casa. Y si pasa el Madrid, habrá sido derrotado por otro repudiado: Ancelotti.

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