No se fíen ni un pelo del Chelsea

No voy a negar que este Chelsea atormentado por los cambios de dueño (entre rusos y americanos anda el juego) y de entrenador a priori aparece como una perita en dulce que va a ser devorada mañana por el Real Madrid sin mayores tensiones ni problemas. Pero este tipo de rivales que llegan lastrados por una crisis institucional y deportiva suelen encontrar una gran noche ante el mejor rival del mundo para cerrar sus heridas hasta convertirse en un equipo temible sin nada que perder.

Este Chelsea es ahora mismo un león herido que asume su condición de inferioridad ante ese Madrid de Modric, Kroos, Benzema, Vinicius y Rodrygo, pero al tener muy poca presión y escasas esperanzas de su propia afición, puede saltar a Stamford Bridge con la mochila vacía de piedras y la ilusión de un becario por hacer historia. Ancelotti ya ha avisado a sus hombres de que deben saltar mañana ante los blues con la maravillosa actitud mostrada en este mismo escenario hace un año, con una actuación antológica de Karim y de Vinicius, sellada con un hat-trick del francés.

Seguramente veremos otra vez el once del 0-4 en el Camp Nou y del 2-0 en la ida contra los londinenses en el Bernabéu. Lo que funciona no hay por qué cambiarlo. Carlo sabe que la banda formada por Camavinga y Vinicius puede destrozar a Reece James en las contras y que de nuevo Kroos y Modric pueden sacar el magisterio que llevan en sus experimentadas botas para dar una nueva masterclass ante todo el fútbol europeo. Espero un Madrid tan iluminado como en Cádiz y tan ambicioso como en el trazado inolvidable de la maravillosa 14.