No quiero una Copa de garrafón
Es imposible olvidar el Alcorconazo, el Alcoyano, el Leganés... hago este paréntesis negativista para avisar a la tropa de Xabi: esta noche hay más en juego de lo que parece.
Cada temporada se repite la historia. Estreno en la Copa ante un rival de categoría (muy) inferior, fiesta en la ciudad (o pueblo) de turno y un partido que en ocasiones deja en evidencia a la ‘Unidad B’ de los grandes. En el caso de mi Real Madrid es imposible olvidar el Alcorconazo (sólo me alegro por mi amigo Álvaro de la Rosa, alcorconero de corazón) o la eliminación ante el equipo de la moral, el Alcoyano, para pesar de un Zidane que se quedó muy tocado con el tema. Zizou tampoco se quita de sus malas noches de blanco el KO en el Bernabéu ante el Leganés, con la afición en shock...
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Hago este paréntesis negativista para avisar a la tropa de Xabi que esta noche hay más en juego de lo que parece. No me refiero sólo a la inestable situación del tolosarra, sino al prestigio que se juegan esos futbolistas menos habituales en el once titular de los blancos. Si en un día como hoy naufragas y haces el ridículo en forma de eliminación ruidosa, olvídate luego de pedir minutos cuando lleguen las grandes citas. En el Madrid se deja uno el alma en todos los escenarios, compatibilizando el caviar con los bocatas de mortadela. Hay que ser camaleónico y adaptarse a todo con ilusión. Hay que respetar al Talavera saliendo a sentenciar desde el minuto 1. Quiero un Madrid ilusionado por ganar esta Copa que el curso pasado se nos escapó por una mala conexión entre Tibu y Rüdiger. ¡Salid a tope!
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