No es culpa de Mbappé
En la puesta de escena tan esperada de Mbappé en el Bernabéu, marcaron Valverde, Brahim y Endrick. No es esta una cuestión menor para un Madrid que presume de unos recursos que nadie tiene. A veces, las victorias son simples victorias, pero esta trae un mensaje de cara al futuro. Nadie es intocable ante tal materia prima. El marcador fue engañoso, pues al Madrid le costó derribar el 1-4-1-4-1 de Pezzolano, sobre todo, en un primer tiempo plomizo que dejó en mal lugar al equipo blanco. No hubo ritmo de circulación, nadie giró el juego y apenas hubo movimientos sin balón. Fue un período en el que echó de menos la figura de Kroos, al que ya nunca tendrá. Tchouameni nunca será lo mismo y Güler, la sorpresa en el once, equivocó su posicionamiento. Todo cambió en la segunda parte, donde el Madrid amaneció con otro aire con la pelota y sin la misma. Recuperó rápido, se manejó con mayor amplitud y cargó el área. Ahí destacó Güler, con tino para llegar desde atrás, aunque peleado con la definición. Y después las apariciones de Brahim y Endrick finiquitaron a un Valladolid recortado por Pezzolano en la alineación. Fue salir Moro y al menos intimidó algo.
Al final, goleó el Madrid, aunque Mbappé no marcó. Irse sin hacerlo en lo que parecía una faena apropiada para ello le puede dejar ya como sospechoso. Visto lo visto, no sería justo, especialmente si uno atiende a su primera parte. No paró de tirar desmarques en la última línea entre los centrales o entre lateral-central. Vino al apoyo, se movió para estirar la defensa pucelana y arrastró marcas para intentar que sus compañeros las explotaran. Sin embargo, apenas le miraron. En la segunda parte se vio beneficiado cuando el Valladolid se abrió y gozó de dos ocasiones que hubieran podido cambiar su suerte. Pero el gol no lo es todo y su actuación merece ser analizada con respeto. Si a Mbappé se le exige todo, hay que darle el encaje y el trato adecuados.
El retorno de Valverde
El uruguayo fue el mejor jugador del partido en todos los registros. Además del gol, compensó al Madrid en los repliegues. En esta acción volvió para desactivar la transición del Valladolid con Marcos André.