Navas para siempre
Chamartín cumplió. Algunos sevillistas hubieran preferido que Jesús Navas no jugase en el Santiago Bernabéu, por aquello de disputar sus últimos minutos como futbolista profesional al calor del Ramón Sánchez-Pizjuán. El capitán de Los Palacios ha querido competir hasta el momento final de una carrera que merecía también el reconocimiento multitudinario de un estadio que representa prácticamente al fútbol español y mundial. Chamartín hizo honor a la letra del antiguo himno madridista, fue castizo y generoso con un futbolista que no se ha ganado un solo enemigo durante más de dos décadas corriendo la banda. El Bernabéu lo sabe y cumplió como lo que se presupone que es: un templo que respeta y mima a los grandes rivales.
Sin casta ni coraje. Homenajeó a Jesús el estadio y también el Real Madrid como equipo, poniéndole actitud para golear a su rival. Esa casta y ese coraje de los que Navas ha hecho bandera siempre y que el Sevilla, durante muchos minutos, echó de menos mientras recibía el severo correctivo del equipo local. La cadera jubilará al ídolo y se llevará también por delante un pedazo del carácter del que ha hecho gala el Sevilla durante buena parte de su historia. Malos tiempos en Nervión. Quizá peores sin Navas.
Misión imposible. Diego Capel compartió con Navas carreras, goles, asistencias y sueños durante muchas temporadas vestidos ambos de sevillista, uno por cada banda. En la previa, Capel llenaba sus ojos y sus palabras de nostalgia, recordando aquellos momentos en los que el equipo nervionense asustaba a los grandes, incluso en sus propios estadios. Todo eso queda muy lejos: de un tiempo a esta parte, el Sevilla desprende hedor a utopía, a misión imposible, cada vez que visita a Real Madrid, Barcelona e incluso Atlético de Madrid.
Se quedó en el palo. Ese balón al palo de Isaac Romero habría supuesto un epílogo de oro para Navas en la enésima asistencia del capitán durante una carrera donde los delanteros se han hartado de agradecerle sus balones precisos desde la banda derecha, jugara como lateral o como extremo. En el final, un regreso al comienzo: García Pimienta ha preferido usar al palaciego más cerca del área contraria en esta media temporada que le ha podido disfrutar. En una posición u otra, la banda perteneció y seguirá perteneciendo a Jesús para siempre.
El relevo canterano. Sí que dieron la talla, sobre todo, ese montón de canteranos encargados de tomar el testigo de Navas. En el primer gol sevillista, una alegoría: Juanlu (en el que muchos han visto el mejor heredero de Jesús) avanza por la derecha y pone un magnífico centro para que Isaac Romero bata a Courtois. Carmona fue de lo más potable en defensa e intentó contener a Mbappé. Y Kike Salas se hace un sitio como lateral zurdo. Hay material para el futuro, aunque resultará dificilísimo que ninguno de ellos haga sombra a Jesús.
Queda el día 30. Dentro de una semana, el día 30, el Sánchez-Pizjuán dará a su capitán otra merecida despedida, aunque ya sin el balón de por medio. Aunque la fecha no parece la mejor, son multitud los amigos y excompañeros que han prometido su presencia en un estadio, el de Nervión, que apunta a quedarse muy pequeño para albergar a todos los aficionados que quieren darle el adiós al mejor futbolista en la historia del Sevilla.