Modric, una garantía contra el cerrojo
No fue un gol más en el transcurso de una Liga, ni por el protagonista ni por el significado. Modric salió al auxilio de Ancelotti y despejó el horizonte del Madrid en un momento delicado contra un rival hermético. El panorama se le hubiera afeado en exceso con un segundo empate consecutivo, pero el croata se interpuso a esa desventura y desmelenó un partido que se le había indigestado y mucho a su equipo. El 1-5-3-2 de Quique, que tanto empaque ha dado al Sevilla en estas últimas jornadas aunque le deje muy lejos de la portería contraria, provocó serias dificultades a los blancos. En toda la primera parte, el Madrid apenas atacó con la verticalidad y la amplitud que requieren esos sistemas defensivos en los adversarios. Fue previsible y errático, a la espera de que Vinicius inventara algo. Al no suceder, el Sevilla no sintió cosquilleo alguno, sostenido por Nyland cuando la ocasión lo requería. En ese escenario, se notó la falta de Bellingham, el jugador que mejora las posesiones entre líneas de los de Ancelotti y además ofrece una cobertura completa en el área rival.
El Madrid despertó con otro brío tras el descanso. Vinicius y Rodrygo pusieron la directa, Valverde tomó la frontal y Lucas Vázquez se personó con frecuencia en el último tercio del campo. Fue un mejor Madrid ante un Sevilla que solo se estiró en transiciones orquestadas a partir de la larga espalda de Tchouameni. Isaac Romero se acercó al gol, pero Lunin se lo impidió con una parada magnífica. Difícilmente el ucraniano hará muchas mejores intervenciones en su carrera. Más allá de Lunin, Ancelotti tuvo que recurrir entonces a Modric para salvar los muebles. Hubo intención en el cambio, al quitar a Nacho, la pieza más débil de la defensa. El caso es que el croata mantuvo la línea creciente del Madrid en el encuentro con golpes de mago como el del gol. No hay estructura capaz de soportar la genialidad de Modric. Al Sevilla le sobró el tiempo que para el croata parece ser infinito.
Posición adelantada
Modric inició las jugadas, pero siempre demostró voluntad de abordar la zona de remate. Esta era la ubicación del croata antes del centro de Valverde que acabó en el gol extraordinario.