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¿Messi o Maradona, papá o mamá?

Los culés celebran el Mundial de Argentina por Messi y claman que ya no se le podrá echar en cara no haber sido capaz de levantar la Copa del Mundo. A continuación lanzan su proclama: ¡Es mejor que Maradona! Como si el Diego hubiera jugado en el Real Madrid y no en el Barça. En esa reivindicación, la verdad, hay más de forofismo que de objetividad. Pero más allá de los colores, estamos ante dos de los mejores jugadores de la historia junto a Pelé y Di Stéfano, que completan el póker. Yo, personalmente, incluiría en ese ramillete al mejor Ronaldo Nazario. Lo de Ronalinho ya lo veo más forzado, aunque el que saliera aplaudido del Bernabéu jugando de azulgrana me genera algunas dudas. También era muy bueno, pero no tanto.

La comparación entre Maradona y Messi no resiste un análisis riguroso para los que hemos visto jugar a los dos. Lo preciso porque los más radicales defensores de Leo sólo le han visto jugar a él. Vi a Maradona, en vivo y en directo, en México-86 y he visto a Messi, también en vivo y en directo, en Qatar-2022. Aparte Valdano, que lleva cuarenta años entre nosotros, pocos podrían decir tres jugadores argentinos que acompañaran a Maradona en esa Copa del Mundo. A Messi le han dado cobertura jugadores del Manchester City, Inter, Juventus, Aston Villa, Atlético de Madrid..., Maradona fue a esa Copa del Mundo de 1986 con 17 compañeros que jugaban en Argentina. Todos menos Pasarrella, Pasculli, Trobbiani y Burruchaga. Messi ha tenido como rivales en la fase eliminatoria de Qatar-2022 a Australia, Países Bajos, Croacia y Francia. Maradona tuvo en México-86 a Uruguay, Bélgica, Inglaterra y Alemania.

No quiero decir con esto que lo de Leo no tenga mérito, ni mucho menos. Pero lo de Maradona es un aparte. Diego ganó el Mundial el solo, o casi. Y no sólo eso, lo hizo en una época donde aún había poca televisión, no existía el VAR y los centrales daban patadas voladoras, vamos que mandaban las entradas a la altura de la rodilla, por SEUR. A Messi no le han dado en toda su carrera lo que a Maradona le repartían en media temporada. Pero, bueno, voy a cerrar los ojos ante eso de que Messi es el mejor en un campeonato y Maradona lo era en un partido. Acepto pulpo como animal de compañía. Comprendo que es difícil elegir entre papá y mamá.

Volvemos al podio de todos los tiempos, con Pelé, Di Stéfano, Messi y Maradona (y Ronaldo). En lo que entro no es tanto en la discusión sobre quién es el mejor, sino que reparo en que son todos suramericanos: tres argentinos y dos brasileños. Esto sí que me parece relevante. Porque me lleva al siguiente análisis: en Suramérica aún se juega al fútbol en la calle. Cada vez que he ido por allí, por Argentina, Brasil, Uruguay..., he visto a los niños jugar en cualquier solar, con las mochilas por postes, cada uno vestido de un color. En España, en toda Europa salvo en Inglaterra (porque allí se apañan con tres jugadores: uno para centrar, otro para rematar de cabeza y otro de portero) hace años que no lo veo. Muchos años. Lo que veo son campos de hierba artificial sembrados de conos naranjas y chinchetas amarillas, chavales en fila perfectamente uniformados que atienden a las instrucciones de un entrenador que parece un sargento de Húsares. Lo pensaba el otro día viendo la final de Qatar. Vi en los jugadores argentinos a los potreros, futbolistas formados en la calle, a gambetazos, y vi en los franceses atletas disciplinados, fuertes, veloces, futbolistas de escuela. También me acordé en esa final de la de España de Suráfrica. Y me acordé de Iniesta que, de los nuestros y para mí, se ha aproximado mucho a Messi, no tanto a Maradona. Andrés fue potrero, como Leo, pero menos que Diego.